Un simple traspiés podría haber truncado tu vida. A las tres horas salías de quirófano. En el ascensor, la luz fluorescente remarcaba tu palidez. Tu boca entreabierta y tus apneas te daban un aspecto mortecino. Pensé que de ese sueño profundo no despertarías.
Has arañado suspiros al último tramo de vida y qué bien has sabido burlar al tiempo, mamá.
en 2008 : fractura craneal, fractura de humero, 3 fracturas de cadera.
en 2014 fractura de femur
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