EL SALVADOR DE LA CATEDRAL
Caminaba sumida en mis pensamientos, ajena al frío que calaba mis huesos. El viento ululaba entre las piedras de la muralla ecos de leyenda como un fantasma trasnochado. La ciudad con su aura medieval me envolvía en un silencio sepulcral. Me detuve frente a la catedral de imponente fachada perfilada en el cielo plomizo. Sentí un escalofrío, una presencia invisible que me observaba. Volví la mirada y vi la figura de un caballero con armadura resplandeciente. Le sonreí como si lo conociera de siempre. Él me devolvió la sonrisa y comprendí que no estaba sola, que nunca lo había estado.
Psd: Coral
Texto presentado en el l II CONCURSO DE MICRORRELATOS GINÉS S. CUTILLAS
Puedes ver el fallo en este enlace a: