Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como ENVEJECER

Envejeciendo juntos Recitado

ENVEJECIENDO JUNTOS Con voces de Raúl Vale  y texto añadido  y voz de Anna Jorba Ricart EN ESTE ENLACE A YOUTUBE O  AUDIO EN ESTE ENLACE   A DROPBOX  ENVEJECIENDO JUNTOS    Que el tiempo va pasando y envejecemos. Que la distancia que nos lleva al final se acorta. Que una vida juntos es lo que nos hemos llevado por delante y antes de que se me olvide, porque empiezo a tener ausencias de memoria, aún he de decirte muchas cosas y dejar constancia de que existo, de que soy un ser humano, eso si, enamorada de la vida. Cuando estemos viejos si es que llegamos juntos, a tu amor le prometo, que el último segundo, te seguiré queriendo, con mi sentir profundo, sin importar arrugas, ni canas, ni disgustos. Repaso los años, el transcurrir de gentes. Esos que están siempre y los que pronto se fueron, los ciertos y auténticos amigos de siempre. Y entre ellos tu y yo, donde el rencor muere, donde habita el tiempo de poder ser quien eres. Cuando ya estemos viejos y no...

Observando realidades

  Versión OBSERVANDO REALIDADES   CONCURSO DE  ESTA NOCHE TE CUENTO en junio de 2013       OBSERVANDO REALIDADES Espejo que atraviesas mi sombra advirtiendo la importancia del ser que está dentro de mi. En ti veo el reflejo que desvela parte de mi realidad, en un rostro surcado de ausencias. La turbia mirada, cuando mis ojos se inundan de lágrimas en un estéril llanto. El estrago que verifica el transcurrir del tiempo. No me importa que me recuerdes, cada día, que nunca volveré a ver la joven que fui. Me basta con aprender a querer lo que veo, que soy yo misma. Llena de vida, por mucho que te empeñes, con tu realismo perturbador, en mostrarme los trazos de mi materialidad desfigurada.  

El calco

EL CALCO  Es complicado pasar un verano recluido en casa. Yo sigo la rutina que tengo por costumbre. Cuando me levanto abro el ventanal, limpio la casita de los mirlos, hoy uno de los dos me ha regalado una pluma azabache, abro el ordenador, miro el correo y me preparo el desayuno que acompaño con la alargada, la azul, la roja y las gotas.  Encontrarnos frente a frente en la casa que compartimos, ya sea en el baño, en el vestidor o en la antesala, es enojoso. Te veo y hago lo posible por seguir queriéndote como reminiscencia de lo que tanto te quise. Entonces me resultaba fácil porque era como quererme a mi mismo. Hoy me pareces descarado cuando duplicas un tapizado en gris o con tu burda copia de mis ojos tristes de aureola azulada.  Eres un insolente espejo.  Texto presentado en  La Toalla del Boxeador  con  seudónimo Felipa La Hermosa ...