Hoy me presento ante ustedes no solo como abogada, sino como mujer, como madre, como hija. La defensa argumenta que el acto contra mi clienta fue un instante efímero, un error de juventud que busca borrar con un decreto. Pero, ¿acaso el daño causado a mi clienta es efímero? ¿Cree que su trauma, su miedo, se esfuman con facilidad? No. El daño es real, permanente, una marca imborrable en la memoria de mi clienta que ha de afrontar. Es la justicia quien la debe proteger y no un simple borrón y cuenta nueva. Las cicatrices del recuerdo no se borran. El acto del abusador no se puede diluir en la banalidad del tiempo, hay que reconocer su gravedad y pedir responsabilidades. ¿Quién le va a devolver a mi clienta la seguridad arrebatada? Ella no busca venganza, busca justicia y en este caso, solo tiene un nombre: condena. ************************** Presentado en febrero de 2024 a Concurso de Microrrelatos de abogados. No seleccionado. Palabras obligadas: decreto, memoria, afrontar, ef...
Anna Jorba Ricart es Aurora Hildegarda. En el límite de la realidad y de la ficción. Tu espacio para descubrir autenticidad.