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La música española en el siglo XVII

La musica española del siglo XVII

En el siglo XVII termina la Edad de Oro de la música española. Continúan las cuatro escuelas de música polifónica religiosa (catalana, aragonesa, valenciana y castellana), y en ellas figuran autores importantes; pero su espíritu, al igual que ocurre en el resto de Europa, ya no es el mismo, y sus figuras tienen simplemente importancia local.
Partitura
MÚSICA POLIFÓNICA CATALANA

El compositor más importante de Catalunya en esta época es Joan Pau Pujol (1573-160021), maestro de capilla en la catedral de Barcelona, y cuya producción, religiosa en su casi totalidad, es una publicación al cuidado de Monseñor Higinio Anglés.

Escucha estos temas:

Si del pan de vida
Si del fuego de amor herido
El principe soberano (Villancico)
 Sacris solemnis

 MARCIÀ ALBAREDA


Veni Sponsa Christi
Nos autem gloriari
Ave Maria


JOSEP REY maestro de capilla de Santa Maria del Mar en Barcelona desde 1618. En 1669 cedió su plaza a MIQUEL ROSQUELLES que continuó hasta su muerte.
 “ESCOLANIA DE MONTSERRAT cuenta entre sus maestros el gran Pere Joan Cererols (1618-1680), cuyas obras han sido publicadas por el P. David Pujol.

 DE JOAN CEREROLS

Ha de los hombres
Fuera que va de invencion
Serafin, que con dulce harmonía
Son tus bellos ojos soles
Escolania de Montserrat y Cererols- Salve d'ecos
Escolania de Montserrat y Cererols- Magnificat


MÚSICA POLIFÓNICA ARAGONESA
 Los más importantes maestros de la escuela aragonesa son: el organista y compositor Sebastián Aguilera de Heredia, autor de versiones del magníficat en los 8 tonos gregorianos y Pedro Rimonte o Ruimonte, cuyo Parnaso español de madrigales y villancicos apareció en Amberes en 1614 (el único ejemplar completo de esta obra se conserva en la biblioteca nacional de París) .
Pedro Ruimonte - Quiero dormir y no puedo


MÚSICA POLIFÓNICA VALENCIANA

En Valencia se destaca, entre un apreciable número de compositores y teóricos, la figura de Joan Baptista Comes (1568-1643), discípulo de Joan Ginés Perez de la Parra (1548-1612), prolífico autor de composiciones religiosas, maestro de capilla en Lérida, Madrid y finalmente en su ciudad natal Valencia.

Juan Baptiste Comes- A la sombra estais (Villancico) 
Joan Baptista Comes- Bien te puedes alegrar
Joan Baptista Comes- In memoriam aeterna

Juan Ginés de la Parra - Confitebor tibi, Domini 
MÚSICA POLIFÓNICA CASTELLANA

La escuela castellana comprende, además de los maestros de capilla de las catedrales (Salamanca, Ávila, Valladolid, León, Burgos), los de los grandes centros aristocráticos: La casa del duque de Alba, la Capilla Real y los grandes conventos de Madrid y sus alrededores (el Real monasterio de la Encarnación, las Descalzas Reales y el Escorial). Al lado de misas, salmos, motetes y otras composiciones latinas, aparece en el seno de estas capillas un nuevo género religioso sobre textos en lengua vulgar, el villancico, que se desarrollaría hasta convertirse en una auténtica cantata con acompañamiento instrumental, con coros, fragmentos solistas y otros de conjunto.
La música profana ha llegado hasta nosotros a través de algunos manuscritos; los más importantes son el de tonos castellanos (Biblioteca del Duque de Medinaceli, en Madrid), y la recopilación realizada por Claudio de Sablonara y que se conserva en la Staatsbibliothek de Munich (edición moderna de Jesús Aroca, 1919) porque, además del ya citado anteriormente Rimonte, los más notables compositores son Juan Blas de Castro (c. 1584 -1631), músico del duque de Alba que más de una vez es citado elogiosamente por Lope de Vega.


Juan Blas de Castro - Desde las torres del alma
Juan Blas de Castro - Desiertos, campos, árboles 


Gabriel Díaz Bessón (c. 1590-1631)

Juan (de) Palomares (Sevilla 1585 - Madrid 1640) 
Autor de una Missa que se conserva en la catedral de Toledo. Lope de Vega también le dedica diversos versos.
y, entre los más importantes,

Mateo Romero , “ el maestro Capitán” (+1647) . Su producción se compone en general de canciones castellanas de género madrigalesco, en un estilo más sencillo que se orienta hacia la homofonía.

La mayor parte del repertorio vocal de esta época es inédita, pero ha sido conservada. En cambio se ha perdido casi toda la música instrumental. Se sabe que en general las obras religiosas incluían acompañamiento instrumental, en la actualidad estas composiciones mixtas se conservan desprovistas de tal acompañamiento (aunque generalmente los instrumentos se limitaban a doblar las voces, es seguro que en algunos casos tenían un papel más importante en la interpretación de la obra).
La música para conjuntos instrumentales se ha perdido también en su casi totalidad. Además de algunas tablaturas y recopilaciones para guitarras, conservamos dos importantes colecciones de música para órgano: el libro de tientos y discursos de música práctica y teórica de órgano, llamado facultad orgánica (Alcalá 1626) de Francisco Correa de Araujo (+1663),


Francisco Correa de Arauxo - Tiento y discurso de segundo tono
Francisco Correa de Arauxo - Tiento del Qvarto Tono
Francisco Correa de Arauxo - Tres glosas sobre Todo el mundo en general

y la obra del organista valenciano Joan baptista Cabanilles (1644-1712),

Juan Bautista Cabanilles -Tiento de Falsas
Juan Baptista Cabanilles - Mortales que amais
Juan Baptista Cabanilles -Tiento IX

Ya han aparecido los cuatro primeros volúmenes de la edición realizada bajo el cuidado de Higinio Anglés
Pero, hecho sintomático que puede caracterizar toda la música española de este periodo, sí AntonioCabezón en el siglo XVI se había situado a la cabeza de la mayor parte de sus contemporáneos, Juan Cabanilles evoluciona tras la huella de los organistas neerlandeses y alemanes de su época, tanto a causa de la estructura más simple de sus composiciones como de ciertas imperfecciones técnicas de su instrumento , en especial en el pedalero, muy incompleto. 
Esta obra agrupa numerosos tientos, tocate, pasacalles, diferencias, batallas, fruto de una desbordante imaginación que muchas veces parece deslizarse por los caminos de un pre romanticismo.

Naturaleza muerta con instrumentos musicales,
Naturaleza muerta con instrumentos musicales, 
por Cristoforo Monari.
 Laud, viola de "gamba", guitarra, violin. 
Foto Giraudon.

EL ARTE DRAMATICO

La música para el teatro merece que nos detengamos algo en su estudio. Al ser el siglo XVII la época de oro del teatro español, era natural que la música formase parte del espectáculo preferido de los españoles; las canciones y las danzas se utilizan constantemente en las obras de la época, e incluso se crea un género de canción polifónica teatral especial: el cuatro de empezar, expresión abreviada de " (pieza a) cuatro (voces) para empezar (el espectáculo)". 
Los más distinguidos compositores de música teatral son los mismos que los de la escuela polifónica profana: Blas de Castro, Gabriel Díaz de Bessón, Juan de Palomares.
Se sabe que en 1629 (fecha muy precoz en la historia del teatro lírico europeo) La selva sin amor, obra en un acto de Lope de Vega, fue interpretada íntegramente en versión musical ; desgraciadamente se ha perdido esta partitura de la que ignoramos incluso el nombre de su autor. 
Entre las "comedias en música" de Calderón, muy numerosas, de las que algunas eran enteramente cantadas, se conserva el primer acto de celos aun el aire matan (1660)  con todas las partes correspondientes a las voces y al bajo, pero sin los "ritornelli" e intermedios musicales. 
La obra de Juan Hidalgo de Polanco (+1685), y fue hallada por José Subirá en la biblioteca del Palacio de Liria, propiedad de los Duques de Alba. Su descubridor la publicó en 1933.
Juan Hidalgo - Esperar, sentir, morir, adorar
Juan Hidalgo - Trompicábalas amor

 Muchos de estos espectáculos musicales tenía lugar en el Palacio de la Zarzuela (un antiguo pabellón de caza situado en el Parque Real del Pardo, próximo a Madrid, y que había sido agrandado por Felipe IV) ; la expresión "fiesta en la zarzuela" se simplificó en "zarzuela"; y este nombre, en su origen un diminutivo de "zarza" pasó a designar un género teatral cantado.

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