Héctor sonríe cada vez que las puertas automáticas del supermercado, de la farmacia o del banco, se abren ante él. Piensa que los sensores, hasta el momento, son los únicos que detectan su presencia. En su vida es ignorado como un don nadie. Trata de abrirse paso en un grupo con el que comparte aficiones, pero, cuyos miembros acomodados, no quieren intrusos o posibles contrincantes que pudieran hacerles sombra. Son un grupo cerrado que entre ellos se lo mangonean todo. Héctor, que observa con perspectiva, se da cuenta de las preferencias de los otros en sus decisiones y decide seguir su camino en solitario. Un día pasó algo extraordinario que recompensó a Héctor sus esfuerzos. Un estímulo merecido para seguir. Entonces los del grupo, aparecieron como moscas presas ante la melaza, deshaciéndose en elogios hacia él. Héctor, sigue sonriendo cuando el sensor siempre le detecta y le abre la puerta del supermercado, de la farmacia o del banco. Para él, todo sigue igual.
Anna Jorba Ricart es Aurora Hildegarda. En el límite de la realidad y de la ficción. Tu espacio para descubrir autenticidad.