Sacar partido
SACAR PARTIDO Tú, gigante consagrado de las letras, me aconsejaste que aprendiera a perfeccionar el ingenio. No lo entendí hasta que un día te reconocí en una red social repleto de seguidores. Te estuve observando en silencio durante algún tiempo y me di cuenta que sabías recoger ideas, que con tu talento les añadías creatividad, te las hacías tuyas y acababan en textos firmados por ti, que eran publicados en revistas y periódicos. Empecé a poner en practica, una a una tus lecciones, y pasé de ser ignorada a ser reconocida a lo grande, como tú. Destapar el truco soterrado del sistema, me impulsó a organizar un nuevo certamen literario para estimular la creatividad de otros. A los textos que me llegaban, sembrados de ideas, les rapté sus musas, me impregné de sus Clíos, Calíopes o Talías, ¡Oh!, divinas fuentes de inspiración. A sus autores, de premio, les prometía la ilusión de seguir devanándose los sesos para fomentar que continuaran siendo originales en las siguientes convocatorias.