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Hombre tocando la trompa, segun dibujo de Rubens Museo de Besançon |
A los conjuntos de oboes se añadían a menudo cornetas agudas, sakaguchi (trombón) y courtaut o fagot; eran conjuntos que sonaban majestuosamente en el interior de una catedral, pero que servían y también para animar los torneos ecuestres y otras fiestas al aire libre, “a causa del gran ruido que producen”.
En Francia estos instrumentos formaron parte de la Grande Ecurie del rey, al lado de las trompetas, pífanos, tambores, cromornos … Y también trompetas marinas, gaitas y oboes del Poitou; parte de su repertorio se ha conservado gracias a las copias realizadas por André Danican Philidor, que era un tañedor de cromorno, oboe, la trompeta y timbales, al mismo tiempo que compositor.
Los cromornos con sus diversos modelos y de los que se hace, dice Merssene, “conciertos enteros a cuatro, cinco o seis partes” poseen una sonoridad bastante dulce, algo nasal, pero no intervienen en la música de cámara.
Los únicos instrumentos de viento para los que los italianos escribieron entre 1600 y 1650 son corneta, trompeta, trombón y fagot: dúos de trompetas y también una sonata para trompeta y bajo continuo realizado por el órgano con un apoyo, sin duda, del trombón, originales de
Girolamo Fantini (1638) - Sonate di tromba et organo insieme
Ucellini (1639) - Tre Sonate Op.IV sonata para violín y trombón
G. B. Fontana (1641)- Sonata Prima sonatas para uno o dos violines y fagot
Nicolas Kempis (1649) - Symphonia Septima a 3 supra Ciaconna
Tal como revela la lectura de la anterior relación, la selección de timbres indica que la corneta es capaz de expresar una dulzura que le capacitan para dialogar con del violín, que la brillantez de las trompetas debe ser equilibrada con la sonoridad del órgano, y que el fagot, con su timbre sordo pero profundo, proporciona un firme sostén a uno o dos violines.
En Inglaterra la música para instrumentos de viento o fue siempre muy apreciada: obras de
Antony Holborne - Pavans, Galliards Almains
En algunos casos los autores ofrecían para una misma obra dos posibilidades de interpretación: y así John Adson propuso la interpretación de una obra en cinco partes, ya a cargo de las violas, ya por dos cornetas y tres trombones, Two Ayres for Cornetts and Sagbuts
esta afirmación es válida también para Italia, en donde se dejaba elegir entre corneta y trombón, o entre violín y bajo de viola.
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Marfil alemán de fibes de S XVI Museo nacional bávaro, Munich |
Estos cinco y instrumentos pueden formar un broken consort en el que la flauta de pico y la corneta ejecutan las partes superiores, la flauta columna y el trombón las centrales, y el bajo se confía al cervelas, cuya longitud real del tubo es ocho veces superior a la que figura en el relieve.
Hacia 1650 los instrumentos de madera ya no gozaban de favor que habían conocido en el siglo anterior; a su llegada a París, Jean Baptiste Lully se vio obligado a compartir la opinión ligeramente despectiva que de estos instrumentos tenían sus con patriotas.
Alrededor de Jean Hotteterre y Andre Philidor se cree que se formó un grupo de músicos, algunos de ellos constructores de flautas, caramillos y mussetes acaso, como Hotteterre, originarios de la Couture-Boussey, población próxima a Evreux, especializada en el torneado de la madera; en este pequeño círculo la cedían cuatro instrumentos completamente renovados: la flauta de pico tal como la conocemos todavía la actualidad, la flauta travesera detuvo cónico, el oboe y el fagot, tan diferente del antiguo courtaut, lo que a primera vista sorprende es la construcción de estos instrumentos en muchas secciones, en lugar de ser una sola la pieza empleada, como había ocurrido hasta entonces (a pesar de existir algunas flautas de pico de dos piezas antes de 1650), factura que permite un diseño más cuidado del tubo.
Otra característica exterior sólo aplicada por otra parte a las flautas de pico, es la aparición, en cada unión de unas virolas que refuerzan su ensamblado, lo que confiere a estos instrumentos un aspecto externo que todavía conservan en la actualidad. Las tres formaciones aportadas al trazado del tubo consiguieron mejor afinación y mayor facilidad de digitación y emisión.
La flauta travesera registró también mejoras que debemos agradecer al grupo de Hotteterre: se abandonó el antiguo tubo cilíndrico que sólo subsiste día en los pisa nos del ejercicio, en beneficio de una perforación cónica y una construcción tripartita. Gracias a la nueva forma del tubo, la sonoridad es más pura; gracias a que la columna de aire es cada vez más estrecha, los orificios pueden estar más próximos entre sí, con lo que se reduce considerablemente la extensión exigida a los dedos. La tesitura que se adopta es la de la flauta travesera tenor del Renacimiento, a la que se añade una llave de sí bemol, haciendo de ella la flauta tipo del siglo XVIII, aquella para la que Mozart escribiría sus conciertos y en la que trabajaría Böhm en su infancia.
En el oboe los progresos son aún más espectaculares; el deseo de los innovadores consistía en querer dotar al instrumento de un registro agudo más extenso, una sonoridad más equilibrada y también la posibilidad de ejecutar matices más sutiles. El tubo se reduce, pero hay un ensanchamiento hacia la base; las notas agudas se obtienen gracias a unos orificios de menor diámetro, desaparece la pírouette y la lengüeta se estrechan medio centímetro aproximadamente; se le añadió una clave de do y pronto otra de mi bemol.
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Flauta travesera Renacentista |
Parece ser que fue tocado por primera vez por Jean Hotteterre y André Philidor con ocasión de la representación del Ballet de l’Amour malade original de Moliere y Lully en 1657.
Constituyó un éxito: el nuevo instrumento era capaz de traducir todos los sentimientos, poseía “la suavidad de la flauta de pico” pero también “mayor fuerza y variedad”.
En cuanto al término basson, bajón en español antiguo y fagot modernamente aparecen el siglo XVII para designar el instrumento llamado hasta entonces courtaut en Francia y Kortholt en Alemania. Merssene emplea el término para designar un tipo grave de courtaut; modificado por los miembros del grupo de Hotteterre que dividieron su cuerpo en cuatro partes y transformaron el tubo, se convirtió en el fagot típico del siglo XVIII, llamado por los ingleses french bassoon.
Lully lo empleó en 1674, pero es probable que el instrumento ya estuviera terminado unos diez años antes.
La familia Hotteterre aporta una gran contribución al repertorio para instrumentos de madera, en especial Jacques Hotteterre, llamado el romano, autor de unos "Príncipes de la flûte travesiere ou flûte de’Allemagne, de la flûte a bec, ou flûte douce, et du haut-bois "(1720) , obra que el propio autor reditó o en 1765, añadiéndole tablaturas (o sea indicaciones para la digitación) para el clarinete, instrumento recién llegado a Francia y para fagot. En Francia la flauta travesera se impuso más rápidamente que en Alemania. Para ella escribieron:
Jaques Martin Hotteterre - Suite in G minor
Marín Marais - Les folies d'Espagne variazioni per flauto solo
Louis Caix d’Hervelois -Rondeau de la 2ème suite pour deux flûtes
J. M. Leclair - Flute Sonata e-moll
M.Blavet - Sonata No. 2 for flute & continuo in D minor "La Vibray"
Bodin de Boismortier - Flute Sonata No. 4 in E minor, Op. 91
Dieupart -las Six Suittes declavessin Suite N°6, Allemande pueden interpretarse con violín y flauta, bajo de viola y archilaúd,
Francois Couperin - Concerts royaux de violín, flauta travesera, oboe, fagot, clave y bajo de viola.
En Alemania
J. J. Quantz le dedicó una extensa obra que es a la vez método de flauta e interesante tratado de ornamentación. Sin embargo en este país la flauta de pico conservó durante mucho tiempo sus adeptos: Bach la empleo frecuentemente en sus cantatas.
J. J. Quantz - obertura del Actus tragicus, para dos flautas de pico y dos bajos de viola,
Bach - Conciertos brandeburgueses Conciertos Brandeburgo nº 2 de hecho, cada vez que el autor escribe la indicación de “flauto” añade el término “travesera” cuando desea que sea precisamente este instrumento el encargado de la ejecución.
Purcell, los Loeillet y Händel acuden todavía con frecuencia la flauta de pico, y no desaparece hasta después de 1750.
El fagot tiene también su literatura propia: citemos únicamente a Galliard (1704)- las seis flût sonatas del inglés en las que resalta el carácter humorístico del instrumento; pero recordemos también que el peculiar timbre del fagot a tentado a los compositores incluso antes de que éste hubiese sido dotado de los perfeccionamientos que acabamos de indicar; este es el caso es que en Italia:
Giovanni Battista Fontana (1641) - Sonates (nº 2)
Alemania:
Schütz (1639) - en Synfoníae sacrae , por ejemplo, tres fagotes y órgano para sostener las voces de soprano y contralto en In lectulo noctes, y une a una voz de contralto o un violín y un único fagot, con continuo al órgano que en su obra titulada In te, Domine, speravi.
En Francia:
Campra introduce en sus cantatas grupos de oboes y fagot es con la misión no sólo de reforzar las cuerdas sino también de presentar temas individuales.
Campra - Arion cantate
No podemos examinar aquí está floración de obras para instrumentos de madera. Deberíamos detenernos en particular en los conciertos de Vivaldi, en los de Bach, y en muchas de sus cantatas, en las Sinfonie de Alexandro Scarlatti de hecho “concerti Grossi” en los que dos instrumentos de viento (dos flautas, flauta ello voy, etc.), dialogan o se unen a un conjunto de instrumentos de cuerda,
Scarlatti - Sinfonia di Concerto grosse No. 2 in C minor, Minuetto
Sammartini - Oboe Sonata
Besozzi - Concerto for oboe & orchestra in C major n. 1)
Georg Philipp Telemann - Telemann para flauta dulce en fa mayor
J. S. Bach siente preferencia por el oboe de amor, de timbre melancólico y tesitura intermedia entre el oboe y el corno inglés, y también por el oboe de caza, precursor del coro de inglés, de sonoridad más aterciopelada que la del oboe.
Bach - Concierto para oboe y violín en do menor
**** Detalle de la última foto: familia de tartölten o bajones torlotes
En el interior de las bolsas de cuero enforma de dragones alados se encuentran los tubos sonoros de bronce repetidamente torneados. Esta serie constituye la familia entera: dos sopranos, dos contaltos, un tenor y un bajo. Son los únicos ejemplares conservados junto con sus bolsas protectoras.
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familia de tartölten o bajones torlotes Arte aleman de fines del S XVI Kunsthistoriches, museum de Viena |