Mi nombre proviene del árabe, significa "el elefante".
Hay que decir que el mundo musulmán aportó, después del latín, una grandísima riqueza de vocabulario al castellano.
En la época medieval y para la corte cristiana, la idea del elefante para denominarme les parecía muy extranjera y foránea y la reemplazaron por la de obispo, que en aquellos tiempos intervenían frente al ejército frecuentando guerras, por eso mi silueta puede recordar a su mirra obispal con sus dos ínfulas a manera de pie.
Hay diagramas en donde estoy representado por un yelmo con visera o casco de armadura de caballero medieval.
En el tablero del ajedrez las ocho hileras verticales de casillas se denominan columnas. Las ocho hileras horizontales de casillas se denominan filas.
Una sucesión de casillas del mismo color en línea recta, tocándose por sus vértices o esquinas, se denomina diagonal.
Yo domino pues las diagonales y nunca puedo cambiar de color de casilla. Puedo ser alfil bueno, alfil malo, alfil ato..
Si puedo ser bueno (activo) puedo desplazarme libremente por casillas no ocupadas por peones propios. Cobro importancia en los finales de la partida. Y puedo ser malo si me vuelvo una pieza inactiva, cuando carezco de un radio de acción ideal que limita mi actividad.
Sea como fuere, trabajando en equipo con mi otro compañero podemos juntos ganar la partida.
ME LLAMO ALFIL
“La vida es como el ajedrez,
con lucha, competición,
eventos buenos y malos”
(Benjamin Franklin)
Hay buenas personas. Hay malas personas, también las hay menos malas. Algunas solitarias que piensan en el mal, en hacer daño.Si se juntan con otras de la misma calaña, ¡ya ni te cuento!con lucha, competición,
eventos buenos y malos”
(Benjamin Franklin)
pero hoy …a este juego de la vida hoy no me voy a referir.
“Nadie ha ganado una partida de ajedrez
rindiéndose”
Saviely Tartakower.
rindiéndose”
Saviely Tartakower.
Si prefieres verlo en youtube: Corto de ajedrez transformacion.