Musica en Europa septentrional y oceánica. Instrumentos musicales


 EUROPA SEPTENTRIONAL Y OCEÁNICA

Joven tañedor de cítara de percusión
rodeado de campesicos hutsuls
Rostocki. Ucrania
foto R. Benezech

Al referirse a esta parte de Europa es conveniente hablar primero de ciertas formas musicales. Ante todo, hay que mencionar las baladas cantadas, que en Escandinavia, Islandia, Francia o Inglaterra se utilizan para acompañar las antiguas danzas en corro, tan populares todavía en las islas Feroe o en Bretaña. En estas o baladas se incluye siempre un estribillo, que en algunos casos forma parte de la estrofa, y en otros es independiente de la misma; tal estructura métrica es muy popular en Francia. Es imprescindible mencionar asimismo las improvisaciones cantadas, que dan origen a auténticas justas musicales ( stev de Noruega, ymryson de Gales o los cantos de los pertsulari vascos), y también esos largos cantos de llamada, a menudo muy elaborados, con muchos melismas, tales como los lokk de Escandinavia.
Las melodías poseen en general una estructura muy simple, con una serie de estrofas regulares interrumpidas por un estribillo musical; en compensación, su lenguaje es muy diverso. Al lado de innumerables melodías heptatónicas modales, e incluso en tonalidades mayor o menor las más modernas, otras presentan una estructura melódica muy elemental: bitónicas o tritónicas (en especial el repertorio infantil); también las hallamos tetratonicas y principalmente pentatónicas. Las últimas merecen especial mención. Más o menos esporádicas, las melodías pentatónicas aparecen en casi toda Europa, pero resulta difícil hallar un foco tan poderoso como el de los países llamados celtas. Aquí, las escalas pentatónicas constituyen un lenguaje usual,  irlandeses, escoceses, galeses e incluso bretones las manejan con una soltura y virtuosismo excepcionales; sus admirables melodías agotan todas las posibilidades del sistema. Ahora bien, prescindiendo de ellas (algunas se desarrollan incluso sobre dos octavas), y también de las escandinavas destinadas a ser cantadas al aire libre o de las de estilo runo de Finlandia, las restantes proceden por venados conjuntos en un ámbito más bien restringido: tercera mayor, quinta o sexta. Los ritmos fijos y regulares (binarios o ternarios) de las melodías para las danza o el trabajo toman un carácter más libre, aunque a menudo estrictamente medido cuando ilustran tantos narrativos.

anciano tocando el kantele. Finlandia
Aunque con preferencia monódica, la música típica de los europeos de la región norte oriental conoce también otros medios de expresión; cabe citar, en primer lugar, el canto alternado a dos voces, muy extendido, que introduce algunas voces la técnica de la imbricación, germen ya de una polifonía como se puede observar, por ejemplo en las danzas cantadas à reponner, o kan ha diskan del interior de Bretaña. El diálogo puede establecerse igualmente entre un solista y un coro: este es el caso de las rondas cantadas de las islas Feroe, o de las regiones del Morbihan o de la Vendée; también puede establecerse entre una voz solista y un instrumento de cuerda, siendo éste el caso del penillion galés, de carácter improvisado, con acompañamiento de arpa; o también el de los cantos con acompañamiento de violín en Francia o de kantele en Finlandia, por ejemplo.




La polifonía no es desconocida: se encuentran algunas muestras en Estonia, Lituania, Islandia, y también en la parte atlántica de los Pirineos. Los instrumentos de música pertenecen a unos tipos muy bien definidos, en especial familias de cordófonos y aerófonos; hayamos también, entre los idiofonos, un importante muestrario de instrumentos de poca duración, confeccionados con materiales vegetales: lengüetas de hierba, y también guimbardas (la mun harpe de Noruega).
luur de los vikingos
Los instrumentos membranófonos son relativamente raros: se limitan a tambores de dos membranas, hechos con cajas cilíndricas de diferentes tamaños, que tienen por misión acompañar la interpretación de una melodía realizada con la flauta de pico (en especial en gran Bretaña, Francia), o a la de la gaita en las pipe bands de Escocia o en su moderna imitación bretona denominada kevrenn. Mencionaremos también el rommelpot, tambor de fricción con bastón rígido exterior, utilizado en Flandes.
Los instrumentos de cuerda ocupan un lugar preferente en el norte de Europa, especialmente en Escandinavia donde se les confía la mayor parte de la música instrumental, y esto es suficiente para explicar sus diversas variantes. En primer lugar, las violas de arco: primitivas como el juhikko de Finlandia, o clásicas como el fidla de Noruega; en segundo lugar, los innumerables violines de construcción y tipo campesino, fabricados muchas veces por los propios intérpretes.

Las violas presentan igualmente unos caracteres particulares: tal es el caso del hardingfele de Noruega, que se completa con cuatro o cinco cuerdas que vibran por simpatía, y también el del nickelharpa sueco, cuyo mástil posee un teclado. La viella de rueda, desusada en Flandes y gran Bretaña, es todavía corriente en Francia, no sólo en el macizo central, como ya sabemos, sino asimismo en Bretaña y las Landas; en ambas regiones, su caja es plana. Uno de los principales usos a que se destinan los instrumentos de arco es el de acompañar las danzas (reel y jig de Escocia o Irlanda, halling de Noruega, por ejemplo), en tanto que los instrumentos de cuerda su pulsadas se utilizan preferentemente en la interpretación de melodías o en el acompañamiento del canto.
El arpa al aquí podríamos poner al frente de este grupo, es rara en Europa. Habiendo sido conocida en el extremo este de Europa, entre los ostiacos, en su forma arqueada, sólo se la encuentra en Irlanda y país de Gales, pero en una variante triangular. Y, y es en estas regiones donde el arpa continúa la tradición semi culta de los bardos, esta especie de hechiceros celtas músicos profesionales que exaltaban con sus cantos acompañados del arpa los méritos y victorias de los Señores a los que servían. Citemos finalmente las citaras de cuerdas punteadas, con caja de resonancia: kantele de Finlandia, kokle de Letonia, langleik de Noruega e Islandia, bûche de Flandes, etc..

instrumentista de bombarda
Sur de Finisterre, Francia
Foto Lailler
Al igual que ocurre en otras regiones, ciertos tipos de instrumentos están íntimamente relacionados con particulares aspectos de la vida cotidiana. Así, Escandinavia, país en que abunda el pastoreo, poseen un gran número de trompadas hechas con cuernos de animales, maderas o corteza de ciertos árboles, de gran riqueza y variedad de tamaños, confección y forma; citemos como ejemplo el lur de Noruega herederos actual del luur de bronce característico de la prehistoria nórdica.

Los instrumentos de viento cuentan con gran número de flautas: flautas de pico, de tres o seis orificios ( spilapipa sueca, por ejemplo), e incluso la curiosa seljeflöyte Noruega, una flauta de poca duración confeccionada con corteza de sauce. Los oboes son escasos; se hallan en su forma más elemental: una corteza enrollada, con lengüeta de corteza afilada (Landas, Vendée) o también en una factura más compleja, la bombarda, algunas veces acoplada a la gaita (en la bajada Bretaña). Este último tipo de instrumento se encuentra ampliamente repartido en la región que nos ocupa. Aunque en la actualidad no se encuentre este instrumento en Flandes, sabemos (basta para ello acudir a los cuadros de Bruegel) que gozó del favor general. Y, los países bálticos mantienen todavía su tradición, y no es exagerado afirmar que los países oceánicos de tradición celta permanecen fieles al instrumento y lo han convertido casi en su instrumento nacional. Su introducción en las bandas militares de Irlanda, Escocia y Bretaña, es ya una prueba suficiente, y no se ha borrado todavía el recuerdo de los regimientos bretones conducidos por el sonido del binious en las batallas de la primera guerra europea. Estas gaitas de tipo oceánico, con lengüeta sencillas o dobles, tienen roncones.
Según el arcaísmo del modelo varían el número de bordónes y el tamaño del instrumento: es así como las gaitas más primitivas son pequeñas y de un solo bordón (biniou koz de Bretaña, northumbrian pipe), y
las más modernas son de gran tamaño y provistas de tres bordones ( biniou bras de Bretaña, bag pipe actual de Escocia) digno de mención es asimismo el uillean pipe, un instrumento del tipo musette, relativamente moderno y con un insuflación mediante fuelle utilizado en Irlanda.
Jovenes pastores tocando 
una trompeta de corteza de abedul
Alrededores de Tailovo. Estonia
Foto Zouroff

Al igual que en otras regiones de Europa, el acordeón goza del favor general. Gran Bretaña posee un tipo muy particular: la pequeña concerttina hexagonal, muy utilizada de las orquestas pueblerinas, que los marineros ingleses por una parte y los clowns por otra, han hecho mundialmente célebre.








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