Si el siglo XV se abre bajo funestos auspicios para Francia, ello es debido a que el Renacimiento operado en el reinado de Carlos V carece de sucesión. A su muerte, ocurrida en 1380, su hijo Carlos VI que sólo tiene doce años. A partir del reinado de Carlos VII los síntomas de renovación son evidentes. Sabido es que, dos años después de la victoria de Formigny (1450), el gran Ockeghem entra al servicio del monarca, inaugurando se así la pacífica y fecunda inmigración de artistas procedentes del Norte de Francia y de Flandes que abandonan la corte de Borgoña desde que Francia parece inclinada a recuperar su antiguo esplendor. Francia tomará la delantera del movimiento de renovación musical, en tanto que Borgoña continuará manteniendo aquel arte cortesano en el que tanto había brillado pero que en este momento carece ya de porvenir. Además, a finales de siglo se acentuará el movimiento, ya iniciado algunos lustros antes, de intercambios internacionales y viajes de músicos. Italia a...
Anna Jorba Ricart es Aurora Hildegarda. En el límite de la realidad y de la ficción. Tu espacio para descubrir autenticidad.