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Lucena y fuerza

LUCENA Y FUERZA

El día en que escuché aquellas palabras —cáncer de mama—, el tiempo se detuvo. 
Fue como si un eclipse oscuro cubriera mi universo, como si dentro de mí se abriera un abismo frío y silencioso. 
La luz de mis mañanas se volvió tenue, y mi corazón, herido, apenas lograba sostener su propio latido. 
Y, sin embargo, en medio del miedo, apareció una fuerza callada, como una semilla que aún dormía en lo profundo. 
Busqué en el cielo de la noche el abrazo de las estrellas, el fulgor de la luna, y descubrí que hasta en la oscuridad hay brazos que sostienen y una música que me recuerda la vida. 
El dolor me enseñó a pronunciar tu nombre —Lucena— como un faro, como una promesa. 
En ti encontré un refugio para el alma desgarrada, un lugar donde la esperanza sigue latiendo aunque el cuerpo tiemble. 
Te invoqué como fuerza, como escudo, como llama que no se apaga. Ese instante fue herida, sí, pero también raíz de un coraje que aún me sostiene. 
Porque incluso en el túnel más abrumador, la vida susurra que siempre hay un respiro, una claridad esperando, y que ninguna sombra puede apagar del todo la luz que uno lleva dentro.

cancer de mama


VOZ Y TEXTO DE ANNA JORBA RICART 

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LUCENA Y FUERZA


Quiero dedicarte un verso

que parezca suave y gentil,

hoy que el sino de mi universo

se ha tornado arduo y hostil.


En ti descubrí mañanas,

y en una esquinita amable

un hogar para vivir,

en donde tejer con ganas

vivencias que están por venir.


Tu nombre es melodía.

con cadencia y armonía,

Lucena. ¡Oh Lucena!

pero hoy me invade un zumbido,

un lastimoso quejido,

que me ensordece y resuena;

una sanción que condena

a la angustia y al dolor,

al desvelo y a la pena.


En mi esfera de luz

me invade un eclipse de cruz.

Se ensombrece de lleno

la oquedad de mi seno

por un mal envenenado

que lo malhiere por dentro,

lo enferma y lo convierte

en hueco planeta yermo.


Cuando serena la noche se posa

busco la calma de un sueño reparador.

Las estrellas me acunan mimosas.

El fulgor de la luna me envuelve

y cual sutil nebulosa, velada y silenciosa,

me ayuda a contener el temblor.


Necesito la fuerza de un latido incesante

que me impulse vida.

Necesito avanzar con una llama que inflame,

con un escudo invencible que me lleve a la paz.

Necesito tragar, aguantar, conciliarme, asimilar,

salir del torbellino de este túnel abrumador,

de confusión y temor.


Te necesitoLucena.

Hoy que el tiempo me detiene

en encarnizada lucha por sostenerme serena.

Dame valor y fuerza para afrontar tanto mal.

Perla de Sefarad,disipa mi oscuridad.


Anna Jorba Ricart

Córdoba 23/01/2025


AYUDA en ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CANCER



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