Cuentos enfrentaDOS
Al iniciar el esquema del cuento dudé si escribir una historia de lobos en cuadrilla disfrutando de un festín de comilonas, o relatar lo que de verdad fue durante años, entre el árbol, las luces, las guirnaldas, los villancicos, el Belén, los Reyes Magos, y la Noche de Paz, el nunca mejor dicho, cuento navideño de mi vida.
la forma mas común para empezar sería: Érase una vez una manada de lobos que al atardecer se daban cita para descender de las heladas cumbres a los llanos y cazar las presas con las que alimentarse...o así: Érase una vez una parentela– que no una familia de matices entrañables– que se reunía de año en año en un polvorín, a expensas de que cualquier palabra se convirtiera en chispa y explotara desatando reproches, insultos y lágrimas, con un volumen proporcional a la crispación, que aumentaba convertido en ruidoso bramido. La jauría se convocaba con aullidos crepusculares, y se acercaban sigilosas a las granjas para atacar a las frágiles crias de un rebaño... Copiosas comidas, exceso de alcohol y un recargado resentimiento esperaba el momento de desatar su ira. Los granjeros ponían todos los medios de protección a su alcance para detener la violencia de los lobos... Harta de que las contiendas navideñas me siguieran haciendo la pascua y siendo presa de capturas forzadas en aras a la tradición, deserté cuando aprendí a decir no. Pero la manada repetía una y otra vez los ataques, y se tuvieron que buscar nuevas formas de controlar la reincidencia, sin éxito, pues los feroces cánidos siempre conseguían su presa, y yo me alejé de ellos. Esos que no tenían los temas resueltos de infancia, esos personajes principales que anidaban en mi convencional familia. Busqué un espacio dónde ser querida sin odios ni rencores, donde ser libre en la expresión de la palabra, del pensamiento y del sentimiento, y me convertí en comensal de otras mesas navideñas, mesas de dialogo donde la cortesía brotaba del corazón, tranquila sin temores cautelosos.
El cuento del lobo para mi nunca acaba bien, pero mi cuento navideño es más fabuloso que nunca, porque hoy, lejos de la manada, por fin tiene un final feliz.
Como es preceptivo, la familia se reúne con los mejores deseos de felicidad, paz y amor. Al caer la tarde, después de una opípara comida y de abundante ingestión de alcohol, suficiente para desinhibirse de lo que se dice y de lo que se hace, se le canta, entre risas:
♫♫♫ si yo tuviera una escoba, si yo tuviera una escobaaaa ♫♫♫
¡Ruines!
PUNTO III
En el camino o se muere de pena, o se muere de miedo, o se muere de vergüenza recordando que ni el hijo, ni los nietos, ni nadie de su familia, han estado en condiciones de acompañarla de noche a su casa.
¡Malvados!
Como da pereza salir en una noche tan fría para acompañar a la vieja a su casa, se la mete en un taxi.
El taxista gustoso la llevará, cobrando el importe del trayecto y por supuesto la tasa de festivo. Pero qué importa, si la que paga es ella.
¡Perversos!
PUNTO IV
Después de este día, esperas un año, y si vive, la vuelves a invitar.
No hace falta verla hasta entonces. ¿Para qué?
¡Indignos!
Dificultades,
obstaculos, trampas,
contratiempos,problemas,
inconvenientes, impedimentos,
limitaciones, cortapisas, barreras, trabas,
restricciones, reducciones, menguas, perdidas,
mermas, aprietos, atolladereos, bretes, escollos,
fastidios, incordios, latas, molestias,tabarras, matracas
conflictos,ahogos, apuros, óbices, frenos, obstrucciones,
tostones, monsergas,engaños, enredos, marañas,maquinaciónes, intrigas,
cepos,ratoneras, estafas, timos,
desengaños,emboscadas,
encerronas, zancadillas,
tropiezos
disputas....
etc,etc.
FELIZ NAVIDAD
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