Como pequeñas cometas siempre buscamos un poco de cielo.
Aquel círculo era distinto a la escuela que Léna soñó construir. Muchos de nosotros aprendimos en aulas limpias, con pizarras que se llenaban de letras ordenadas y pupitres donde el silencio era una forma de obediencia. Teníamos libros nuevos, tizas de sobra y maestros que no dudaban de que merecíamos aprender. No había que ganarse ese derecho: venía dado, como el aire o la luz de la mañana.
El verdadero aprendizaje no siempre nace entre paredes, ni bajo techos seguros. A veces surge en un taller destartalado, en una choza humilde, donde las personas se miran, se escuchan y se reconocen en una historia que habla de otros, pero también de sí mismas. Somos como pequeñas cometas que, pese al peso de los días, siguen buscando un poco de cielo.
La historia que nos había unido este mes: El vuelo de la cometa, es una novela profundamente humana sobre el poder transformador de la educación y la solidaridad femenina. Sabemos que la ignorancia es el medio más eficaz para el sometimiento y en contra el saber es el poder, es la llave para la libertad.
Comienza con Léna, una profesora francesa que, tras sufrir una pérdida dolorosa, viaja a la India en busca de paz interior. Allí conoce a Lalita, una niña muda que trabaja en duras condiciones y cuya cometa simboliza la esperanza que persiste incluso en la adversidad. También aparece Preeti, una joven valiente que lidera la Brigada Roja, un grupo que enseña a las mujeres a defenderse y reclamar su dignidad.
El encuentro entre estas tres mujeres —tan distintas pero unidas por el deseo de cambio— se convierte en el eje de una historia de renacimiento y aprendizaje mutuo. Léna, al intentar ayudar, descubre que enseñar también implica escuchar, adaptarse y aprender de los demás. Inspirada, decide fundar una escuela que ofrece a las niñas la oportunidad de un futuro diferente.
A pesar de la dureza del entorno, marcado por la desigualdad y la violencia, la novela mantiene un tono esperanzador y poético. Con delicadeza, Colombani nos recuerda que siempre hay un modo de remontar el vuelo, incluso desde las circunstancias más difíciles.
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El libro propuesto para la próxima edición del Club de lectura es: MORIR EN LA ARENA de Leonardo Padura

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