Por suerte no todos son así y he tratando con personas, interesantes, atentas y cuidadosas en las formas. Que saben valorar las cosas que se ofrecen.
En mi blog tengo visible mi dirección de correo electrónico y desde hace un tiempo se me han multiplicado los correos raros. Tan raros como rara es la gente oscura y maliciosa que hay detrás de ellos, que navega por la red con intención de molestar o hacer daño.
Unos intentan hacer phising, carding, vishing, pharming, spamming... etc, etc.
Otros me quieren comprar con urgencia y se hacen cargo hasta de pagar los gastos de envío por encima de su precio ¡maaaalo!, son bandas de estafadores, como los de la estafa nigeriana que a mi también me la han intentado colar.
Otros me han hecho ofertas de un gran negocio en el que ponen a mi disposición una cifra de muchos ceros de $, ¡desconfía que es falso! A veces me dan la sorpresa de que me ha tocado la lotería; otras me piden dinero para una ONG; hace poco me mandaron pornografía , ¡madre mía! qué fotos de varones bien equipados y de mujeres ávidas de sexo.
Y así podría seguir con el anecdotario de tantos especímenes que abundan en este medio.
Con el tema de las ventas, ni te cuento. Hay que tener cuidado.
Lo que mejor hacen es regatear, pedir descuento. Pero descuentos del 60% y del 70%. ¡Están locos!, a mi me parece una falta de respeto.
Yo no tengo prisa por vender pero a veces accedes y vendes. Y después te encuentras que el artículo que has vendido está en el perfil del comprador al precio doble.
Esta es una práctica habitual de algunos anticuarios y una de las razones por las que vendo yo mis lotes, porque no confio en nadie, prefiero tener a mi disposición la libertad en la decisión de rebajar o subir el precio.
En el portal que vendo los hay que dan con demasiada facilidad al botón de:
Significa que automáticamente se pone en marcha un engranaje, se les adjudica el lote, queda retirado de la vista al público, la web me indica la tarifa de comisión que tengo que pagar por dicha compra ( un 7,75% por ventas inferiores a 300 euros), intercambiamos datos para efectuar el pago y el envío, etc, etc...
Y llegados a este punto, algunos desaparecen, te quedas con el artículo retirado, sin poderlo vender a otro que estaba interesado, tienes que solicitar la anulación para que no te cobren la comisión, esperar a que te la anulen, y volver a empezar. Total, un fastidio y una pérdida de tiempo.
Tramposos los hay en el Arte. Falsificadores, trapicheros, usureros...
En la web de una nombrada Galería de Arte en Barcelona, se puso en venta un grabado de Enric C Ricart. Me llamó la atención la fecha: 1962. Enric C Ricart, mi tío-abuelo, murió en 1960.
Avisé con corrección y jamás tuve respuesta. Una falsedad en un medio de guante blanco y no veas el precio del grabado. Al doble de los que vendo yo.
Así es que te encuentras con todo tipo de gente cuyo objetivo parece que es: molestar, engañar, provocar, polemizar o hacerte perder el tiempo.
Conozco estos intríngulis desde hace años cuando me atacaron los molestos "trolls", pero a toda esa gente rara o no les hago caso o si hace falta los denuncio, que para eso tenemos el "Grupo de Delitos Telématicos." que son de la Guardia Civil y nos protegen. Desde aquí mi agradecimiento hacia ellos.
Acabo de hacer una nueva denuncia a La Guardia Civil.