UN DOLOR EN EL RECUERDO
Tengo una sensación extraña. Recordar me duele.Esta mañana me dispongo a escribir con palabras comprometidas, veraces, sin palabrería, en aras de la libertad y a la justicia. No voy a engañar. Voy a ser clara en honor a la verdad.
Recuerdo tu insulto verbalizado en un momento tan delicado para mí y creo que sería mejor dejar el borrador de notas en blanco, porque reflejaré tus maldades, las vuestras, la de esos personajes vergonzosos que sois, convulsos, violentos, interesados y egoístas. Fantasmas que os movéis en un mundo sembrado de...
Y a ti, faltona de lengua viperina, maleducada e insolente, merecerías que la vida te devolviera como un bumerán, la bilis que rezumaste insultándome delante de tu abuela de cuerpo presente el dia que nos dejó.
La soberbia es la rabia del impotente y para que te respeten debes de respetar.
Y ni tú ni los tuyos ese dia lo hicisteis. No tienes perdón. Ninguno de los tres que ni siquiera os habéis disculpado, tenéis perdón.
Niñata, carga con el peso de tan nefasto momento, aunque como se a quien te pareces, puedo decir que, como ellos, no tienes conciencia.
Dedicado a BJG Asquerosa
NO ERES NADA PARA MI
Niñata maleducada e insolente,
que viniste a insultarme
con tu abuela de cuerpo presente.
No te voy a perdonar.Que la vida vomite
sobre ti con creces,
tu misma maldad.
Eres un ñaque en mi trastero,
como un amasijo de morralla, fuera del alcance de mi vista.
Podría hacer que mis palabraspara ti, como cuchillos de biselado filo, te atravesaran el corazón.
Podría hacer que miindiferencia
hacia ti, espada de hierática frialdad, ignorara tu nombre.
Podría hacer que este vacíoabismal,
donde te meto,ahogara tu sin sustancia.
Podría hacer que miolvido,
donde vas a estar,aislara tu recuerdo.
Pero ni siquiera eso te voy a dar.
Ni palabras, ni indiferencia,
ni vacio, ni olvido mereces de mi
y menos ahora,
que lejos de ti y de los tuyos,
mi vida es un remanso de paz.
Sin argumentos, sin diálogo, sin conversación previa, vomitó con rabia (le viene de familia y tiene a quien parecerse, su padre hace lo mismo) y me insultó.
Mi madre hacía unos minutos que acababa de morir.
_¡porque eres una asquerosa! _ me dijo, cuando le pregunté si sabía por qué había dejado de hablar con su padre desde hacía algunos años.
Su marido la sacó de la habitación y su padre visiblemente alterado, ante todos los presentes, hizo el gesto, dándose palmadas en la mejilla como queriéndome decir ¡qué cara, qué cara tienes!
A esta calaña, no tengo nada más que decirle.
Es imperdonable.
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