AUSENCIAS QUE DAN PAZ
Me gustaba venir a verte cuando ellos no estaban porque se respiraba un aire más limpio. Diste sentido a su ausencia por tu dignidad. Ellos desnudaron su identidad a la vergüenza, destapando con ello la indiferencia, alguno, la violencia verbal que arrastraba desde niño, y todos el rencor, los celos, la envidia. Cómplices de este fracaso. Uno, por no haber aprendido a resolver sus temas; la otra, por no mediar en son de paz y meter cizaña envenenada; y el resto, sacos de poca personalidad, sin criterio y sin contrastar los motivos de la otra parte, la mía.
Al menos, tú como yo, hemos depurado en nuestras vidas esas almas sucias. Siempre fingieron querer cuando nunca nos quisieron.
Cuando tú ya no estés, quedaré tranquila, sin compromiso alguno. En paz con mi conciencia, eso que ellos parecen no tener.
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ODIO CONFESADO
“El odio es la venganza de un cobarde intimidado”. George Bernard Shaw
Tu mujer se queja de que estás lleno de celos, de rencores y eres incapaz de amar porque solo te amas a ti mismo, porque tienes mal resueltos los temas de infancia.
Ella culpabiliza a nuestros padres, sin pensar que para educarte debieron tener razones suficientes, acordes a tu carácter violento, y por eso te internaron en un colegio.
Un día, éramos pequeños, cogiste un martillo —querías clavar un clavo— y me abriste la cabeza.
De mayor me confesaste que tu intención era liquidarme. Aquel día en el 7 Puertas quedé atónita de tu confesión.
Y has seguido toda la vida, clavándome clavos.
A mí, por esa brecha, se me ha escapado hasta el último vestigio de cariño que me quedaba.
Hoy por ti no siento nada.
Versión 2
—Tus padres son los culpables.
Sentenció mi cuñada sin saber las verdaderas razones por las que se vieron abocados a actuar de aquella manera contigo, internándote en un colegio.
Quejosa de su marido, que por tener los temas mal resueltos de la infancia está lleno de celos, de rencores y es incapaz de amar, porque solo se ama a sí mismo.
Lo sabré yo, que un día cogiste un martillo —querías clavar un clavo— y me abriste la cabeza.
De adulto me confesaste que sentías odio por mi y que tu intención era liquidarme.
Y seguiste clavándome clavos de mayor.
A mí, por ese agujero, se me ha escapado todo el cariño que me quedaba hacia ti. Hasta hoy que no quiero ni verte.
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MALA IDEA
Siempre hay señales o razones
que descubren las intenciones.
A PUNTO DE EMBARGO
Cuando aquella mañana en mi centro de trabajo la secretaría me entregó la fatídica notificación, me angustié. Inmediatamente te llamé por teléfono.
—Pensaba que tenías solucionados los temas de tus deudas.
—Los tengo arreglados, me respondiste. ¿Qué pasa?
—Tus palabras ya no me las creo, para mí son milongas. Nunca me has dado ninguna explicación y ahora me vienen con el embargo de mi nómina. ¿Qué te has creído?
—No te pongas histérica. Está todo resuelto.
—Pues me traes de inmediato los documentos que demuestran lo que me dices.
Y vino, si que vino, prepotente, a traerme los papeles. Me los tiró con desprecio sobre mi mesa de despacho y se deslizaron sobre ella hasta caer al suelo.
Seguía siendo conmigo el mismo déspota de siempre.
Aquella tarde acudí a mi abogado. Intranquila y nerviosa, escuchaba cómo este conversaba por teléfono con la oficina del Juzgado de 1.ª Instancia.
Al parecer, se dictó una orden de ejecución de embargo que siguió su curso, aunque en el último instante había sido solventado al ingresarse la cantidad adeudada. El correo ya se había puesto en camino hasta que la notificación llegó a mis manos.
Los favores que te hice tantas veces, hace años, han sido una condena para mí.
Firmé documentos de aval esperando que fueras responsable para liquidar tus deudas y, al contrario, cada vez eran mayores.
Llamadas constantes a cualquier hora y cada día de empresas de recobro de impagos, de morosos como tú. Cuando no "Cetelem", cuando no "Atento" recobros o Eurostar... etc. Notificaciones constantes, cada primeros de mes, de la entidad bancaria queriendo retirar el dinero que tú no pagabas.
Y mientras, he tenido que presenciar tus viajes, tus lujos, tus pedanterías y ostentaciones, con despotismo, y ofensas verbales hacia mi.
Hace años que no te hablo, ni a ti ni a tu familia.
Explícale a tus hijos la verdad y sobre todo a tu hija estúpida, por qué dejé de hablarte.
Sinvergüenza.
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LENGUA VIPERINA
Ya me dijeron que era mejor tenerte de amiga que de enemiga…
Caminar en paralelo con gente tóxica como tú, con la que no tengo nada en común, es como ir descalza y desprotegida. Tus caminos están llenos de críticas, de celos, de odio y contaminan.
Alejarse de ti y de todos vosotros fue una liberación.
Cerca de mi está quien me regala cariño sin dobladillos, me hace libre y es tolerante y además no va de nada. Es obvia la elección.
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