Son microrrelatos creados en protesta por el Concurso Internacional de Microrrelatos del Museo de la Palabra, de la Fundación César Egido Serrano, que concedió el Iº premio a un relato que no era inédito y además era el plagio de un chiste.
Me va detrás fiscalizando lo que hago y lo que dejo de hacer.
Hoy ha venido Ernesto, el vecino del 5º y hemos estado jugando toda la tarde. ¡Qué bien me lo he
pasado!
Le he explicado a mi madre lo que hemos hecho y no entiendo porque se ha escandalizado de esa manera.
_ Al final te voy a dar la razón, mamá. Soy una dejada.
_ A ver cuéntame hija ¿Cómo ha sido eso que has hecho con Ernesto?
_ Verás mamá, el se insinuó y yo me fui dejando, me fui dejando...