
—Mamá, le dije— nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos de una botella.
Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. Que prefiero morir.
Entonces, mi madre se levantó con cara de admiración. Me desenchufó el televisor, el DVD, el cable de Internet con el router, el PC, el mp3/4, la Play-2, la PSP, la WII, el teléfono fijo, me quitó el móvil, la ipod, el Blackberry y me tiró todas las cervezas.
¡La madre que la parió!... ¡casi me muero!
(Desconozco su autor).
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