Participación para Viernes creativo del Bic naranja.
Foto de Daniel Serva. Titulo: Contando ovejas
VOY PARA VEGANO
De niño no me gustaba la carne. Era un suplicio cuando mi madre lo intentaba. Ni volar aviones, ni venir en tren, ni en el "tu-tut" de papá, aquel tenedor con un trozo de carne en la punta no lo soportaba. Se me hacía una bola en la boca que no podía tragar sin provocarme arcadas.
De joven estaba muy unido a mis primos, y en su casa se comían los filetes recién hechos y un poco crudos. Era el menú de un dia si y otro también. A fuerza de insistir acabó gustándome la carne.
He disfrutado con chuletones, sobre todo con los tomahawk, he comido potro, cordero, toro, avestruz, canguro, cerdo, oveja, cabra., pollo, conejo.... un montón de carne, un montón de animales.
Un dia escuché a Ismael, el de la Fundación Santuario Gaia. Me impregnó del respeto y cariño hacia el mundo animal. Su dedicación y estima a esos seres vivos que también tienen sentimientos.
Les pone nombre: Samuel, Tina, Georgina. Incluso yo he llegado a quererlos. Los libera, los cuida, los cura, los dignifica. Sigo a la Fundación y me siento solidaria con su lucha.
Me apena el maltrato en mataderos, la explotación animal, las macro-granjas. Incluso llego a tener pesadillas. En una carretera solitaria se me aparecen corderillos lechales sobrevolando sobre mi cabeza. Llevo una mascara, coladero fariseo, que me priva de ver la realidad como ser humano, que de una manera o de otra, soy complice de la destrucción que me rodea, complice de la destrucción del planeta.
De nuevo no quiero volver a comer carne. ¿No dicen que el pasado siempre vuelve?
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