Enric Cristòfor Ricart Nin Parte 4 Pintura

Enric C Ricart

Es interesante compartir el legado familiar artístico que siempre me ha rodeado haciendo mención de la obra del ilustre artista Enric Cristofol Ricart i Nin, nacido en Villanueva y La Geltrú, pintor y grabador xilografista. El estudio de su obra pide una especial atención, dado el olvido que ha mantenido la crítica y la opinión pública, durante años, que ha llevado a un desconocimiento evidente de la verdadera importancia de este artista en nuestra iconografía del siglo XX.

Tío y padrino de mi madre Aurora Ricart Raldiris.

En recuerdo de ambos dedico estas entradas.

Dada la extensión estarán divididas en 6 partes:

PARÍS

En 1920 marcha hacia París a donde hace continuamente idas y venidas,

"...Ricart expresaba a menudo que su vocación principal era la de pintor, y pretendía otorgar al grabado un papel secundario. Como pintor, tuvo un papel destacado en su tiempo.

Refiere en un articulo publicado en el 2004 por el historiador Francesc X. Puig Rovira:

"...Entre los catalanes, la otra gran colonia de artistas españoles en París, la presencia del sintetismo resulta más difícil de definir porque ya desde los primeros años del siglo XX se solapa con la visión ordenadora propia del noucentisme catalán. Durrio frecuenta la “bande catalane” sobre todo a partir de 1901, cuando se traslada al estudio del Bateau Lavoir en el que le sucedería Picasso. Nombres como los de Anglada Camarasa, Rusiñol o Casas estaban entonces en la cumbre del éxito. Pero son otros artistas más jóvenes los que responden a aquel apelativo. Son artistas más cercanos a Durrio y que constituyen un campo abonado para su labor proselitista. Es el caso de la obra tanto pictórica como escultórica y de orfebrería del Julio González (1876-1942) anterior a su colaboración con Picasso a finales de los años veinte y, por supuesto, del escultor catalán Manolo Hugué (1872-1945). Y en 1896 llega a París Joaquim Sunyer (1874-1956), intérprete visual del noucentismo. Pero será hacia 1905 cuando se hace más acusado en su pintura un sentido ornamental y el interés por las texturas inspirado en Vuillard o Bonnard.

Gauguin, Bernard y unos pocos pintores jóvenes habían encontrado en el paisaje bretón las raíces de una nueva estética que unía color y emoción, estableciendo una nueva relación entre arte y sentimiento que se convierte en uno de los pilares del arte moderno. Su huella es visible en movimientos y artistas del siglo XX, desde las vanguardias clásicas hasta la abstracción. En el caso español, con todas las salvedades descritas inicialmente, podríamos mencionar a una interminable nómina de artistas. A los comentados anteriormente podrían añadirse los nombres de otros muchos, como Evaristo Valle, Nicanor Piñole, Castelao, Barradas, Torres García, Marià Andreu, Enric C. Ricart o el joven Miró, que han mirado al sintetismo en busca de una forma artística moderna, capaz de liberarlos de la esclavitud de la mímesis sin separarlos de la representación, capaz de separarlos de lo visual para ganar la libertad del visionario....."

A raíz del entusiasmo que despertó la Exposición de arte francés, desde el 1917, se produjo una diáspora en artistas catalanes mientras Rafols se fue a Italia, Torres, García y Sala, se desplazaron a Norte America, un grupo muy importante como Josep Pla i Casadevall, Lluis Mercadé, Marian Anton Espinal, Pere Ynglada i Sallent, Joan Miró y otros iban a París, que se convirtió en cuestiones de arte en la capital del mundo.

A finales de 1920 Enric C Ricart se instaló en Paris, orientado por el tarrasense Marian Espinal, que ya estaba allí. Paseaba por los puentes del Sena y por los bulevares, tomó clases de dibujo en la academia de La Grande Chaumière y hacia un sistemático recorrido por los museos, por el café de La Rotonde en Montparnasse, lugar de encuentro de la colonia intelectual y artística, efervescencia de la postguerra.

En esta otra carta en Octubre del 1917, Miró le escribe a Ricart:

"....creo que después del grandioso movimiento impresionista francés de canto a la vida, de optimismo, y de los movimientos post-impresionistas, de las valientes simbolistas, del sintetismo fauve, y del análisis y disección del cubismo, y futurismo, después de todo esto, veremos un arte libre, donde el interés será en el sonido de la vibración del espíritu productor. Este moderno movimiento de análisis habrá llevado el espíritu a una luminosa libertad. "....

Con Miró, en París, los caminos de ambos se bifurcaron definitivamente, tanto a nivel personal como artístico. La bohemia era un atributo modernista por tanto detestable, pensaba Ricart.

En París pasó muchos ratos de tertulia con Josep Pla i Casadevall, que le regala el "Retrat de passaport" o algunos fragmentos de su volumen "Sobre Paris y França".

Dibujo de Ricart de Josep Plá

A Ricart la estancia en París le fue beneficiosa en todos los sentidos con Josep Pla seguirá in situ el movimiento de Actión Francaise que tanta influencia acabaría teniendo entre la intelectualidad decepcionada de la Lliga que en 1922 creó Acció Catalana, es aquí donde tendríamos que situar a Ricart porque él toda su vida se declaró apolítico.

*** Interesantes artículos en Ressò mont -rogent por Martí Rom sobre Plá estancia en París con Ricart

En este fragmento el propio Josep Plá:

Con mis amigos Lluís Mercadé y Enric C. Ricart iba a menudo a cenar a una crémerie del Boulevard de Montparnasse, barata, macilenta y triste. A veces nos acompañaba Metzanov, un griego del Mar Negro, dibujante de frivolidades, Que Mercader había conocido en Múnich. Un día se presentó en el establecimiento un muchacho bajito, regordete sonrosado, tieso, muy bien vestido con una ropa de color de hoja muerta y corbata colorada, tierno y fino. Llevaba bombín, presentaba unas mejillas admirablemente afeitadas y saludables, todo lo que llevaba estaba perfectamente conjuntado y bien dispuesto, todo era nuevo, el reloj de pulsera le marcaba la hora exacta, las uñas eran unos pequeños sorbos de rocío, la raya de los pantalones le caían verticalmente sobre las polainas que cubrían sus relucientes zapatos. Era Joan Miró....

La posibilidad de vivir parte de la evolución de los importantes movimientos culturales, como el futurismo, el cubismo, el dadá y el surrealismo, le dió una visión directa, de nuevas posibilidades interpretativas, de nuevos elementos de comunicación y expresión.
Por tanto quiero citar la etapa cubista que también tentó a Ricart.

El arte cubista representa una muerte y una resurrección, un fin de etapa y un comienzo. Porque a pesar de que no lo parezca inició el arte del siglo XX hacia el reencantamiento del mundo.

El cubismo se interesó fundamentalmente por la estructura profunda de las cosas. Es el arte de la fragmentación. Parte del positivismo, del análisis minucioso de la materia. Reclama que miremos el mundo de una manera poliédrica, desde todos los lados y también desde "el otro lado, "desde más allá de la superficialidad, sin perder de vista la totalidad.

Al regreso Ricart y Miró se encontraron con aquel cubismo de importación en las Galerias Dalmau, donde expusieron sus obras, así como en la Galerias Laietanas de Barcelona.

Recorte de prensa del 23 de diciembre de 1920
del Diario de Vilanova Exposición en Galerias Dalmau de Barcelona

En 1922 empieza a escribir anotaciones en forma de diario.

Estas anotaciones llamadas "Kodak" han sido recogidas y publicadas, en 2020, en un libro de Enric Blanco Piñol con el título "Quaderns Kodak De enric C Ricart"

Manuscrito de Ricart en Paris 1920-1922

Tras sus viajes, en 1921 a Londres, en 1923 y en 1924 vuelve a Paris, Ricart cada vez mas se recluyó en Vilanova i la Geltrú, mostrando gran constancia en su trabajo, puliendo la técnica de su obra xilográfica y también de su pintura de caballete.

Entre 1925 le encargan hacer la decoración del Café del Fomento de Vilanova , así que lo hace junto a Joaquin Mir, Martí Torrents y Cabanyes, Y se embarca en obras de gran formato. También recibe encargos de retratos como el de Jordi Panadés, de Torrents, de l 'Alegret y diversos dibujos; mantiene actividad constante para salir a pintar en Sitges, Castellet, Garraf Canyellas, Cubellas...

Como pintor ante el paisaje se miró el mundo más bien de lejos, no soportaba la naturaleza salvaje con moscas y mosquitos, por ello casi nunca pintaba à plein air, como hacían Santiago Rusiñol y Ramón Casas o su amigo Joaquin Mir.

Ricart, después del 1926, no se movió nunca de su casa unifamiliar, de dos pisos de la Rambla Principal de Vilanova. ( Hoy en dia dónde está el ambulatorio de la Seguridad Social)...

Casa de Ricart en La Rambla 54 de Vilanova

Centro de salud en los terrenos de la casa de Ricart

Esta falta de conexión con la vanguardia del arte, le alejará de los caminos de la creatividad, iniciados con Miró.

Joaquin Mir y Maria Estrella

Entra pues en el mundo del NOUCENTISMO que ya nunca dejaría, abocado plenamente.

En los veranos sentía gran afición por las tertulias para pasar el tiempo libre, se organizaba al lado del farmacéutico Gustau Galcerán, en la trastienda de la farmacia en dónde se elaboraron proyectos provechosos para Vilanova, y en las frecuentes tertulias de la playa, en casa de su tío Ricart o en Can Castany o en Can Macià, (en dónde se le conoce una intensa relación con Maria Macià, hija del presidente de la Generalitat, aunque ambos permanecieron solteros).
Tertulias con su cuñado Alexandre de Cabanyes i Marqués, con Francesc Montserrat i Juncosa y otros como su amigo Joaquin Mir Trinxet, jugando a cartas y a damas.
Joaquim Mir casado con su prima la vilanovina María Estalella y Enric C Ricart aunque muy diferentes en apariencia, pues ante la pulcritud de la vestimenta de Ricart,como un "dandy" estaba la informalidad de la vestimenta de Mir, pero trabaron una gran amistad, junto con Alexandre de Cabanyes y Martí Torrents i Brunet.