Ir al contenido principal

Los rostros por los que hablo al escribir

Los rostros por los que hablo al escribir

Cabeza de bronce Silencio


“A un panal de rica miel diez mil moscas acudieron…”
Ella, sabedora de tener mucho público seguidor, tocó el resorte adecuado como reclamo, y acudieron muchos y muchas a darle ideas. Recogió los conceptos precisos y con su"savoir-faire"escribió un relato que le publicaron en un periódico local. 
Esto es tener suerte y estar bien conectada. Y aprovechar el tirón. 
Me pregunto, ¿qué harán con los miles de relatos que recogen las webs en los concursos?
Tantas ideas para hacérselas propias.
Y los pardillos seguimos trabajando intentando ser originales, mientras ellos, como"Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como";con las ideas robadas.
Más de lo mismo y más de los mismos.
También por ello, me cansa este medio y a veces siento ganas de separarme del círculo.

Desde que me fracturé la espalda, en mayo de 2010, no he parado de escribir habitualmente, casi cada día. Movida por una necesidad. 
Yo crecí en un mundo de silencios, silencios que aplastaban la palabra, que enterraban los sentimientos, que mataban la libertad de expresión. Y por suerte, aquellos silencios empecé a romperlos cuando descubrí que en la escritura, entre letras y palabras, podía ser lo que nunca me atreví a decir.

Gracias a la escritura he sido pez volador, he sido letra en Muda, he sido sapo, en tragarse sapos,  alguna vez murciélago en Vaya con la crisis,  otra vez octópodo,  muchas veces hombre, otras niña, a veces casada, alguna embarazada, otras madre, otras marido; he hablado por boca de mujeres maltratadas, de náufragos que mueren en las orillas de un mar muerto por la indiferencia, he querido defender los sentimientos, la generosidad de entregarse en frases que acercan, también he sido hiriente, critica, altiva e insolente; he sido concursante, microrrelatista de abogados, he sido Wonderliana, he sido Cadena de Ser, he sido Microbibliotecaria, de lunes o de viernes, (muchos ya sabréis a qué me refiero),y en los Viernes creativos,  y os aseguro que, en cada uno de mis personajes de ficción que inventé, nunca dejé de ser yo misma. 
Ese es el afán que persigo.

De momento estoy trabajando en actualizar este blog, que ha desaparecido de Google y me tiene francamente indignada.

Comentarios