De cal y de arena


El espejo, desde enero, me devuelve cada día una imagen desconocida. Me brotan lágrimas silenciosas que hoy no son de tristeza, sino de felicidad infinita. La vida, ladrona implacable, me ha arrebatado un seno y en su vacío percibo la certeza de su poder. Una herida que pretendo convertir en un verso al sol, a la esperanza, a la calma y en un brindis de gratitud por mantenerme viva. 
No soy la misma, soy más. 
La vida ha regalado nuevos latidos a mi corazón y me ha hecho consciente de que aún queda mucho camino por recorrer.


marzo de 2025

 *******************************

VOLVER AL INICIO DEL BLOG

AQUÍ PUEDES VER TODAS LAS ENTRADAS POR TÍTULO