Sentir la muerte dulce Crónicas de la muerte dulce
Texto publicado en el blog Crónicas de la muerte dulce y editado en un libro colectivo SENTIR LA MUERTE DULCE Era consciente de que la muerte dulce llamaría a su puerta, pero lejos de pensar en un triste final, sentía que era un alivio arrebujarse entre sus brazos, rodearse de ese misterio que representa el vacío, el eterno silencio, la nada y dejarse llevar definitivamente hacía la serenidad. Repasaba mentalmente sus últimos meses, reteniendo el recuerdo de las personas que le habían acompañado; quería despedirse de todos y de cada uno de ellos, porque empezaba a sentir un cansancio extremo. En su estudio, frente al ordenador, su lugar habitual, testigo de su ingenuidad, recorría en pensamiento la lista de esa buena gente con la que había disfrutado. Recordó a sus jóvenes seguidores que lavaban la ropa en la lavadora de los sueños, a su amiga de unir puentes solidarios entre los más desfavorecidos, recorrió la granja de Villarochel sintiendo el gorgorito de aves queridas revolotean