A veces no hay regreso
Una sale por la puerta de su casa y no sabe si regresará. Estas cosas que no se piensan. La muerte y la vida viajan por el mismo espacio. Días y más días sin encontrarse, hasta que llega uno y nos sorprende. Ese event desgarrador, sin previo aviso, deja entorno sembrado de vacío y de silencios. Cada mañana quiero salir sin dejar de darte un beso, sin dejar de decirte lo mucho que te quiero, y sin dejar de decirte que eres todo para mi, y sin dejar de decirte que mi motivo de existir, mi felicidad impregnada de dolor, es soportable, porque tú estás a mi lado. Si una mañana sospechara que no he de volver, no me separaría de ti ni un milímetro, ni un segundo. Sería la continuación de ti que me acompañas en mis desvelos, en mis gozos, en mis sueños, en mis desvaríos. Siempre pensé tatuarme en cada poro de tu piel para estar más dentro de ti. Sin embargo la duda del destino, el azar en lo que acontece, no da pistas y siempre se aloja en la inmediata incógnita, hasta que