Ajedrez. Paralelismo con la vida. El alfil
Mi nombre proviene del árabe, significa " el elefante". Hay que decir que el mundo musulmán aportó, después del latín, una grandísima riqueza de vocabulario al castellano. En la época medieval y para la corte cristiana, la idea del elefante para denominarme les parecía muy extranjera y foránea y la reemplazaron por la de obispo, que en aquellos tiempos intervenían frente al ejército frecuentando guerras, por eso mi silueta puede recordar a su mirra obispal con sus dos ínfulas a manera de pie. Hay diagramas en donde estoy representado por un yelmo con visera o casco de armadura de caballero medieval. En el tablero del ajedrez las ocho hileras verticales de casillas se denominan columnas. Las ocho hileras horizontales de casillas se denominan filas. Una sucesión de casillas del mismo color en línea recta, tocándose por sus vértices o esquinas, se denomina diagonal. Yo domino pues las diagonales y nunca puedo cambiar de color de casilla. Puedo ser alfil bueno, a