Que cierren de una vez los parques zoológicos
Estoy reflexiva. A mi mente van y vienen inquietantes pensamientos reviviendo temas de otros tiempos. He conectado de nuevo con protagonistas de un remoto escenario con quienes, desde entonces, no había vuelto a tener trato. Releo escritos recopilados en largas tardes llenas de pena. Conflictos no resueltos. Durante muchos meses llev un caparazón enquistado, hasta que el tiempo y el olvido, han querido aliviar mi carga. Dejo que mi cavilación vuelva y revuelva mi corazón. No quiero repetir pautas que nunca debieron ocurrir. No quiero que se marchen las ideas, aunque rancias, de aquella pesadilla, porque se que me siguen curtiendo el alma. No quiero olvidar detalles a pesar del daño que me hacen los recuerdos, porque aquel daño fue directamente proporcional a la intensidad de la injusticia. Cuando aquella mujer azuzó las masas en el circo, hinchando la cabeza a su pupila inmadura para que etiquetara los palos de ciego desesperados míos, de calumnia, dispuso una lapidación dire