Fragmentos de sentimientos del corazón Frágil como el amor Me quedo con el presente Nos parecemos Fugaz En nuestro corazón no se borra nada Soledad Amor inexistente

Fragmentos de sentimientos del corazón

Brevedades de Anna Jorba Ricart:

FRÁGIL COMO EL AMOR

Tu suspiro hizo volar el diente de león.

Quedó por unos instantes suspendido en el aire, arremolinado y grácil.

Al descender, llegó hasta mí.

Lo cogí.

Formulé un deseo. Soplé con fuerza.

Se deshizo. 

ME QUEDO CON EL PRESENTE

Regalo mi vida cuando estaba en un mundo de censuras, de represión y de tabúes. En un mar de incertidumbres, de dudas y de inseguridad. En un desierto de trastiendas, de poses, de apariencias y en un aire de desamor, de celos y traición. De todo lo angosto, de mar profundo, de desierto infértil y de aire enrarecido.

No quiero nada de esto.

Me quedo con mi presente desde que empecé a ser yo misma, a desmontar pantallas, a perder el miedo, a decidir sola, a ser libre, a no dejarme manipular, a decir lo que pienso.

Y asumo las rupturas a las que esto me ha llevado.

NOS PARECEMOS

Érase una vez que imaginé leyendo tus palabras mi propio mundo. Me sentí mujer enamorada igual que tú y lo fui en la profundidad del sentimiento. Deseé que el mundo se parara en aquel instante, pero el mundo siguió, la vida siguió, el placer se acabó y quedó en nada. 

La diferencia entre tu novela y mi vida es tu a tu personaje se le acabó el amor y en mi vida, con la persona que elegí, hace más de 37 años, todavía nos queremos y siento el cariño más grande que pueda existir.

FUGAZ

Un saludo, se desvaneció en el aire. Fue un hola que no fue, un intento vano de atrapar el tiempo. Un instante tan fugaz que se confundió con el eco de un suspiro. Miradas. Una ráfaga de luz que me cegó y me devolvió a la realidad. Fue el preludio de la prisa que llevas. Esa prisa que te envuelve como un halo de humo, que te hace ser solo una sombra en la vastedad del tiempo.Un andar por tu casa con solo el movimiento de un cuerpo que no pertenece a ningún lugar. Un teleprompter que dicta tus palabras, tus gestos, tu vida. Un "me gusta" para el mundo, pero para mi, un vacío.  Eres humo, te disuelves en el aire. Eres tan protagonista de tu propia historia, que pareces el único personaje de tu entorno. Mientras yo, solo soy ausencia. Pero a la ausencia ya estoy acostumbrada. Ella y yo, somos una.

EN NUESTRO CORAZÓN NO SE BORRA NADA

Y la vida está llena de rupturas...Ahora tienes tu corazón en reparación.

Secuencias del pasado. Un infierno.¿Para olvidar?

Eliminar de un plumazo vivencias, como si no hubieran existido, como si no fueses tú quien las vivió.

No hace falta. Si las gracias se tornan desgracias, porque eso es la vida. ¿Para qué borrar?

Ilusa.

Mejor empieza a creer otra vez que hay que vivir con los recuerdos, que eso hace madurar. Y para eso no hay edad. El tiempo es nuestro aliado; a ti como a mí nos ha convertido en ex de casi todo: ex confidente, ex amiga, ex amante, ex feliz.

¡Ah! pero todos nos parecemos, no somos únicas.

SOLEDAD

Ahora vivo en la soledad de amaneceres gélidos. Echo tanto de menos las miradas cómplices de nuestra querencia. Y ante esta misma chimenea veo la lumbre que arde con vehemencia, y te recuerdo en tardes de domingo abrazados, recreando nuestros arrebatos de cariño y felicidad. Pero la leña cruje y quema hasta la ceniza. Efímera como ha sido nuestro tiempo de dicha. Me siento tan solo. Yo hubiera preferido coger contigo aquel tren para seguir gozando de nuestro amor toda la eternidad.

AMOR INEXISTENTE

Me dices tantas veces delante de la gente que me quieres.

Palabras.

Haces como en las tiendas de poco género, que todo lo exhiben en el escaparate. Lo dijo Rusiñol.

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Paulo Coelho dice: "La soledad es el precio que debemos pagar por ser diferentes".

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Han tratado la fragilidad del amor en sus libros: Sara Mesa en un amor; Marta Sanz en Clavicular y en Farándula; Elvira Lindo en A corazón abierto; Gustavo Adolfo Bequer en sus rimas y leyendas; Federico García Lorca en Bodas de sangre y en su Romance gitano; Manuel Vilas en Ordesa; Javier Marias en Corazón tan blanco

Han tratado de la fugacidad en sus libros: Ana María Matute en El árbol de oro; Almudena grandes en Episodios de una guerra interminable; Luis Cernuda en La realidad y el deseo;

Han escrito sobre un amor inexistente: Soledad Puértolas en Queda la noche; Antonio Muñoz Molina en El Jinete polaco; Javier Marias en Corazón tan blanco