Hay ausencias que dan paz

Me gustaba venir a verte desde que ellos no estaban porque se respiraba un aire más limpio.
Diste sentido a su ausencia por tu dignidad.
Ellos desnudaron su identidad a la vergüenza, destapando con ello la indiferencia, alguno la violencia verbal que arrastraba desde niño,  y todos el rencor, los celos, la envidia... Cómplices de este fracaso.
Uno,  por no haber aprendido a resolver su temas,  la otra,  por no mediar en son de paz y meter cizaña envenenada, y el resto, sacos de poca personalidad,  sin criterio y sin contrastar  los motivos de  la otra parte.
Al menos tú como yo hemos depurado en nuestras vidas esas almas sucias,  que siempre fingieron querer cuando nunca nos quisieron.

Cuando tú ya no estés quedaré tranquila sin compromiso alguno. En paz con mi conciencia, eso que ellos no tienen.


*******************************************

VOLVER AL INICIO DEL BLOG 


Primera lección para navegantes


Helena es una gran amiga mía que quiere abrir un blog para desarrollar su afición a escribir.
Como yo, tiene mucho que decir.
La temen en el mundillo de los políticos por su habilidad en detectar el fraude.
Trabajé con ella en la década de más éxito, cuando destapó múltiples casos de corrupción que azotaron al país, consiguiendo lo que antes nadie había conseguido: que devolvieran lo robado a las arcas públicas.
Se jubila y me honra asesorarle en cuestiones cibernéticas.

Es precavida, cautelosa y desconfiada, por tanto la primera lección la tiene aprendida: nunca te fíes de quién puede haber detrás de la pantalla.

Es sabido que un hombre puede fingir ser mujer, una mujer ser un troll buscapleitos o un moroso estafador decir que es químico.



Seguiremos con las siguientes lecciones...



 


*******************************************