Hace años que no participo y hoy recupero de nuevo esta práctica. En este blog hay otros textos de aquellas convocatorias pasadas. En ESTE ENLACE A VIERNES CREATIVO
A OTRO NIVEL
Estamos en Midigama, al sur de la India. He venido acompañada de mi marido porque voy a participar en el Campeonato Internacional de surfing de Sri Lanka.
Anoche, después de los entrenamientos durante la luna llena, tuvimos una sesión de meditación y sup yoga, y hoy nos sentimos muy relajados en la playa contemplando a los pescadores.
–¡jajajajaja! me ha entrado una risa tonta.
Me ha venido a la memoria unos recuerdos de mi primer novio de un fin de semana que fuimos a la Costa Brava. Descubrí que tenía un miedo desmesurado al agua. Se duchaba poco pero gastaba un montón de dinero en colonia y desodorantes, y dejaba al pasar una estela de olores de mezcolanza indefinida. En la playa, tanto que me gustaba a mi nadar en el mar, él solo te mojaba los pies y con suma precaución; los días de lluvia se sumía en una melancolía profunda mientras yo disfrutaba con ver y oir el chisporroteo de las gotas resbalando por el ventanal de la sala.
Un dia intentamos tener sexo y... bueno, bueno, se ahogó en mi...
Se lo dije a mi hermana que era psiquiatra.
Al principio le citó en su consulta dos tardes por semana, después tres y después cada tarde. Sus sesiones de psicoanálisis eran interminables. Decía que precisaba terapia intensiva. Al final, como mi hermana es de secano, se casó con él.
Mi marido viéndome reír tanto me pregunta, y –¡ jajajajaja! – cuando le comento estas anécdotas nos reímos los dos un buen rato con el personaje.
¿Qué tendrán estos pescadores que me lo han recordado? –¡jajajajajaja!
