Miguel Ríos. Prototipo del rockero español

La figura de Miguel Rios es legendaria en la historia del rock español.
Miguel es tal vez el “rocanrolero” por excelencia, el intérprete que con mayor coherencia ha defendido siempre su postura de intérprete de rock’n’roll y que además ha vivido su propia vida de acuerdo con este arquetipo.
Sus primeras grabaciones, efectuadas en aquellos años en los que el turista estaba de moda, presentaban una estética acaramelada, frecuentemente con acompañamiento de orquesta, y se alejaban de los ritmos que habían popularizado los intérpretes norteamericanos del rock’n’roll.
Sin embargo, muy pronto Miguel Rios adquiriría plena consciencia de su singular papel en el panorama musical español, y casi como si hubiera podido intuir que una treintena de años después se le recordaría como el mayor, tal vez el único rockero español de la historia, se olvidó de seguir los imperativos dictados por discográfica y se dedicó simplemente a hacer rock’n’roll.
Desde hace más de cuarenta años Miguel Rios sigue siendo fiel a su credo, y sí debiéramos hacer caso de sus propias palabras, tendremos a Miguel Ríos durante mucho tiempo, puesto que “ los viejos rockeros nunca mueren”.

Miguel Ríos nació en Granada en 1944.
Gracias a su trabajo en la sección de discos de unos grandes almacenes descubrió de muy jovencito la música de los cantantes norteamericanos, preferentemente Paul Anka, Elvis Presley y Ricky Nelson.
Ello le animó a presentarse en un concurso de la radio, a raíz de lo cual fue contratado por el empresario de una discoteca. El futuro rockero número 1 de España debutó profesionalmente en 1961, y a pesar de su juventud, llamó la atención de ciertos personajes de la noche granadina, que le empujaron a grabar algunas cintas y a enviarlas a Madrid. Cuando le contestaron que su música interesaba, se fue a la capital.
Era la época del twist, y Miguel se convirtió en un gran especialista en este estilo. Un discos tras otro dedicados a recrear el ritmo de moda en una serie que nos ha dado títulos como el twist, twist de Saint tropez, twist del reloj, spanish twist o un twist del mundo.
En este momento Miguel pasó a ser Mike, para ponerse a tono con los nuevos tiempos y empezó una vertiginosa actividad que le llevaría a sacar al mercado una serie de temas que habrían de encumbrarle poco a poco, hasta lo más alto de la popularidad: La pera madura,  Popotitos (Miguel Rios y Enrique Guzman) , El chico yeyé, Tú sí tienes ángel.

Las matinales del Price

Su asociación con Los Relámpagos sería legendaria. Con ellos actuarían dos veces en las matinales del circo Price, aquel foro de los nuevos grupos españoles que tanto habría de hacer por el nacimiento del rock en España.*** Los Relampagos Historia.

Corría el año 1963, y el éxito alcalde Miguel con Los Relámpagos fue tan grande que se puede decir que allí empezó la carrera fulgurante de nuestro rockero. De entre las canciones citadas, una de ellas,  Popotitos sería su catapulta hacia la popularidad, su lanzamiento definitivo, hasta el punto que con esta canción lograría desbancar por primera vez a los más importantes grupos del panorama nacional, cosa que a partir de ese momento conseguiría en muchas más ocasiones.

En este momento se intentó aprovechar la popularidad de Miguel para su entrada en el mundo del cine. En 1964 Pedro Lazaga le dirigió en Dos chicas locas, locas,(fragmento del film) una típica comedia concebida para el lucimiento de las gemelas Pili y Mili, en la que Miguel Ríos encarnaba al enamorado de una de ellas; la presencia de las dos gemelas, más la de dos cantantes entonces muy de moda, Miguel Ríos y Tito Mora, no ilustraba más que el oportunismo del momento ye ye, que al año siguiente tendría su explosión definitiva. Tres años más tarde Miguel Ríos aparecería por última vez en un filme, en el que era ya protagonista absoluto, El guitarrista de Hamelin.(fragmento del film)

El himno a la alegría

Había llegado el momento del cambio de rumbo. Tal vez cansado de la línea seguida hasta entonces, cambio de compañía discográfica y en plena búsqueda de sus raíces y de su identidad grabó un algunos de los temas más hermosos de toda su carrera: El río, Vuelvo a Granada, No sabes cómo sufrí, Yo sólo soy un hombre, Contra el cristal etc..
El cambio de concepción de su carrera se evidenció con la grabación de lo que sería su primer larga duración propiamente dicho, en 1969, Mira hacia ti, puesto que hasta entonces sus álbumes no habían sido más que recopilaciones de sencillos y de E P de éxito.


Album mira hacía ti

En 1969, con motivo de la celebración al año siguiente del segundo centenario del nacimiento de Ludwig van Beethoven, el último movimiento de su novena sinfonía, con adaptación musical del compositor y director Waldo de los Ríos, fue motivo de inspiración de la canción llamada Himno a la alegría, que se convirtió en un éxito mundial interpretado por Miguel Ríos.
El disco aparecería en todas las listas de éxitos, y abriría a Miguel Ríos los mercados internacionales. Primero llegaría el triunfo en Holanda, siguieron en Francia en Suecia en Alemania y finalmente en los dos mercados más difíciles del globo, gran Bretaña y los Estados Unidos, en total más de tres millones de discos vendidos.

Los setenta

En los últimos años de la década de los sesenta, Miguel Ríos viajó a los Estados Unidos, deseoso de ver de cerca las nuevas estéticas y los nuevos valores que habían nacido al abrigo del "verano del amor" californiano, de la psicodelia y de la cultura underground, y que en nuestro país no habían llegado más que muy mitigados. Tras su regreso Miguel siguió grabando, y cosechó algunos éxitos, aunque no tan importantes como el irrepetible del Himno a la alegría. Sus siguientes álbumes representaron una continuación de la línea más rockera del intérprete. En 1969 aparecía el álbum Miguel Ríos y al año siguiente Despierta.


Album Despierta


Miguel vivía una época de gran despliegue de energía tanto vital como musical. Los dos años siguientes registraron la aparición de dos nuevos álbumes que pasarían, a pesar de su calidad, algo desapercibidos. En 1971, Unidos, incluía temas intimistas junto a otros cortes rockeros más en la línea que había desarrollado hasta el momento.


Álbum Unidos


Conciertos de rock y amor, que salió al mercado en 1972, era el primer álbum en directo de un artista cuyo poderío se expresaba con todo su esplendor más que en un escenario que en un estudio. El álbum recogía versiones electrizantes de sus temas de siempre.



Conciertos de rock y amor

Sabor

Memorias de un ser humano, grabado en el año 1974, era, según la propia definición de Miguel ríos, la conjunción de un cantante solista y un grupo de rock duro, y era el primer disco cuya producción puede ser controlada totalmente por el propio artista, quien haría lo propio con La huerta atómica, de 1976.



Memorias de un Ser Humano





Álbum La huerta atomica

Entre árboles y aviones
Una casa en la guerra
Yankee Johnny
Bienvenida, Katherine
Una siesta atómica
El consultorio atómico de la sra. Pum
El carnaval de los espectros (I)
La burbuja antirreacción
La canción del Megacristo
El carnaval de los espectros (II)
Por el hombre futuro

Miguel Ríos seguía mostrando una trayectoria totalmente coherente, y el giro aparente que representaría Al andalus en 1977, un álbum en el que rimado a la búsqueda de su raíces como andaluz, recordó a más de uno otro cambio de rumbo de hacia 1967 con Vuelvo a Granada, ya se había caracterizado otro momento clave el intérprete: la vuelta a los orígenes tras una época expansiva, para recapitular y tal vez, tras el retiro, proponer algo nuevo musicalmente hablando.



Álbum Al Andalus

Al-Andalus
Azahara
Un día en Mojácar (partes I y II)
Balada de la alondra y el gavilán
El cinco a las cinco
Guadalquivir
La blanca oscuridad

Y lo nuevo vendría con uno de sus álbumes emblemáticos, Los viejos rockeros nunca mueren. Aparecido en 1979, constituía, tras su relativo eclipse, su vuelta a la primera línea del panorama musical; Miguel lo hacía, además, con la música de sus orígenes, el rock más puro.

 Los viejor rockeros nunca mueren


Rock pa'l ministro
Verano del '78 (Mojácar)

Rock'n'roll boomerang en 1980 y Extraños en la noche, al año siguiente no serían más que continuaciones de larga duración de 1979, que prepararían, con canciones tan brillantes y populares como Santa Lucía,  El neón rosa,  Un caballo llamado muerte,  La ciudad de neón,  Banzai  y El bluees del autobús, la gran explosión del doble en directo Rock & Ríos, una declaración de principios desde su mismo título.
Miguel optó en este brillante trabajo por un rock pegadizo, pero respetuoso con las raíces.
El disco, que se acompañó con el lanzamiento paralelo de un vídeo de la actuación, fue record de ventas y durante el verano del 82 se escuchó por todas partes.


Album  Rock & Rios

CD 1:

CD 2:

El laberinto
Salida #3


Formaba parte todo ello de una profunda reflexión que movería al cantante andaluz a apostar por la línea que más satisfacía a su público y, sobre todo, a él mismo. O como el propio Miguel diría: "cuando en directo tocaba el medley del rock'n'roll notaba que conectaba visceralmente cola frente, y me dije estás haciendo el canelo, aquí tienes una comunicación efectiva".

Al año siguiente, en plena vena creativa, aparecería Rock de una noche de verano. 




Miguel Ríos ha cantado a lo largo de su carrera temas compuestos por una gran diversidad de autores algunos de los cuales tenían bastantes pocos puntos en común común con su trayectoria musical. De Joan Manuel Serrat, Augusto Algueró y María Ostiz a José Luis Armenteros, Juan Pardo y Roque Narvaja (a quien debe uno de sus títulos más bellos y célebres, Santa Lucía) pasando por Waldo de los Ríos ( como también se podría decir a Ludwig van Beethoven, responsable indirecto y lejano de su mayor éxito de ventas).
Pero Miguel imprimió a todas las canciones, ya fuera La novena sinfonía, El chico ye yé o los innumerables twist de sus primeros tiempos.
Su propia personalidad del rockero, su estilo inconfundible que le ha permitido morir y resucitar en varias ocasiones a lo largo de su trayectoria.

Los discos aparecidos en los 90, entre los que destacaron La encrucijada en 1984,
Rock en el ruedo en 1985



El año del cometa en 1986


Boabdil el Chico (se va al norte) 



y Miguel ríos en 1989 nos trajeron a un Miguel que repetía los clichés de su gran éxito de inicios de la década.



Una raya más
El libro de la selva


Después nos sorprendió con amagos de retiro y la consiguiente reaparición explosiva.
Muchos aficionados a la música del gran rockero así lo esperaban,  así como todos sus colegas de profesión, que nunca dejaron de declarar su admiración y respeto por este gran profesional.

Por otra parte Miguel supo continuar en el candelero interviniendo en otros medios. En el año 1985 dirigió y presentó en TV,  una serie de programas sobre la historia del rock español, bajo el título genérico de ¡qué noche la de aquel año!, en los que pasó revista a todos los grupos que le fueron contemporáneos a lo largo de su dilatada carrera.


Y siguió en la brecha...pero eso será otro dia.


Entrada destacada

Abre tu puerta niña que ya no hay miedo. Recitado

RECITADO:  Texto de Anna Jorba Ricart. Abre tu puerta niña- Voz de Anna Jorba Ricart Puedes escuc...

AQUÍ PUEDES VER TODAS LAS ENTRADAS POR TÍTULO