Ray Charles.

Ray Charles Robinson nació el 23 de septiembre de 1930 en Albany, en el estado norteamericano de Georgia, en el seno de una familia muy pobre y que profesaba la fe baptista, algo muy normal entra mayoría de sus vecinos negros, aunque la familia Robinson se trasladaría rápidamente a Greenvile, Florida.
En su autobiografía Brother Ray, el autor habla de los aspectos dramáticos y más difíciles de una vida consagrada a la música desde la más temprana edad. “Nací con la música en mi”, aclara, para tratar de explicar su inclinación musical, algo que no compartía con ningún otro miembro de la familia. Una vocación llevada adelante contra viento y marea; la vida se portó con dureza con él desde el principio: no conoció a su padre, empezó a perder la vista a los cinco años, poco después de la trágica muerte de su hermano en la bañera, de la que fue testigo. Perdería totalmente la visión un par de años después, teniendo que abandonar el seno familiar para trasladarse a la escuela estatal para ciegos de Sainte Augustine, en Florida, en donde permanecería hasta la muerte de su madre, en plena adolescencia.
En esta institución para invidentes aprendería a tocar el instrumento con el que se relaciona básicamente, el piano, aunque también se hizo con los secretos del órgano, el clarinete, el saxo alto y la trompeta. En la escuela también aprendería a acostumbrarse al mundo de la oscuridad total al tiempo que se instruía musicalmente. Recordando esa época Ray Charles comenta: “ no resultaba fácil, ya que había que memorizar lo todo. No podía dejar de ir y tocar boogie –woogie, ni blues ni nada parecido. Sólo Chopin y valses de Strauss”. Sin embargo, ello no era óbice para que Ray Charles expandiera sus horizontes musicales y escuchar a lo que todo el mundo en el país escuchaba. No se le escapaba nada y cuenta que siempre trataba de imitar nuevos sonidos, sólo para ver si él también era capaz de hacerlo.
Reconoce que su admiración por Nat “King” Cole y su música empieza en esta época y prosigue a lo largo de casi una década durante la que absorbería el estilo del admirado maestro, imitando lo descaradamente en ciertas ocasiones, hasta que fue capaz de desarrollar un estilo personal, su propia marca de fábrica.
En 1945 fallece su madre y, viéndose en una situación extremadamente difícil con tan sólo quince años, se jura que nunca pedirá limosna a nadie.
Por ello decide dejar la escuela y su hogar para trasladarse con algunos amigos a Jacksonville, Florida con la idea de empezar una nueva vida y vivir profesionalmente de la música. Suele referirse a dicha época recordando que el hecho de trasladarse a una ciudad como Jacksonville le pareció una excelente idea, ya que al ser una ciudad tendría más oportunidades de encontrar trabajo. Pero lo cierto es que al principio resultó muy duro y también comenta que no habría aguantado de no haber sido joven y estar lleno de ilusión. Consiguió pequeños trabajos como músico aquí y allá pero nada que realmente valía se la pena, aunque era un principio. Pasó un año en Jacksonville, tras lo cual se marcharía a Orlando para más tarde continuar hasta Tampa, también en Florida, en donde conocería al guitarrista Gosady Mckee, que se convertiría en uno de sus mejores amigos.
En 1947 pasaría a formar parte de los Honneydrippers de Charlie Brantley, siendo este su primer trabajo importante. Después formaría conjunto junto al percusionista Manzy Harris y al bajo Otto McQeen. También en esa época tendría una de sus más curiosas experiencias musicales.
Ingresó en una banda de county, los Florida Playboys, siendo el único integrante negro del conjunto en un mundo segregacionista. Esta experiencia no duró demasiado y resulta simplemente anecdótica, perdida en los pliegues de la memoria de una extensísima carrera. La época de Tampa significó un respiro para Ray Charles. Por fin disponía de ingresos y tocaba en clubes medianamente decentes. También aquí encontraría su primer gran amor Louise, con la que se trasladaría vivir en un apartamento de West Tampa.
Poco después, Ray Charles decide que Tampa se le hace pequeño y se da cuenta de que apenas conoce nada del mundo, excepto Florida. Está decidido a triunfar y por ello siente la necesidad de abrirse a nuevos horizontes geográficos. Estaba decidido a viajar, sentía una necesidad muy profunda. Como él mismo dice: “sabía que estaba lleno de energía. Podía cantar, tocar el piano, el clarinete. No sólo podía componer canciones, también podía hacer arreglos para otras formaciones”. Ray Charles decide marchar a Seattle, en el estado de Washington. La razón de por qué escogió esa ciudad no es ningún secreto. Sobre un mapa de los estados unidos es el lugar más alejado de Florida. Ray Charles llega a Seatle en marzo de 1948 y al día siguiente ya consiguió su primer trabajo, en el Elks Club. Enseguida llama a su amigo, el guitarrista Gosady Mckee y junto al bajista Milt Garred formarán un conjunto de sonido Nat King Cole, The McSon Trio. El nombre viene de “Mc” de Mckee y el “son” de, Robinson, apellido que poco después abandonaría definitivamente, pues según su propia opinión: “todo se debe a sugar Ray Robinson (el boxeador). El ya hacía tiempo que peleaba con ese nombre y me dije que estos Ray Robinson eran demasiados, así que para no provocar confusión es empecé actuar sin mi apellido, pasando me a llamar Ray Charles” . Esto ocurría en 1949.
El trío paso a actuar en el  Rocking Chair Club, en el que pronto se convertirían en la atracción principal. Ray Charles escribiría un divertido bluees: Rocking chair bluees. Es durante esa época cuando traba amistad con Bumps Blacwell, quien después sería un productor conocido que lanzaría la fama a Little Richard y a Sam Cooke.
Blackwell era el líder de un combo muy popular en Seattle, los Bumps Blackwell junior Band, con quienes Ray Charles tocaría el piano de forma esporádica, realizando además diversos arreglos musicales. En la misma formación estaba Quincy Jones, trompetista en aquella época, y que iniciaría una amistad con Ray Charles que iba perdurar durante toda la vida.
Jones afirma que fue Ray Charles quien le enseñó en aquella época algunos de los más preciados secretos del oficio de arreglista.
Ray Charles, con su The McSon Trio, se había labrado una buena reputación en el noroeste, tocando en multitud de clubes, realizando incursiones en las emisoras de radio locales e incluso en algún que otro espectáculo televisivo. También en Seatle grabó Ray Charles su primer disco con el sello Down Beat, del productor Jacques Lauderdale, en la primavera de 1949.
En la cara principal aparecía I love you, I love you, cantada por Ray Charles con su mejor voz estilo Nat King Cole. En la cara b encontramos Confession Blues una composición del propio Ray.
La productora lanzó el disco con el nombre de Maxim Trío. La razón de ello nunca parece haber sido desvelada por completo, aunque parece que todo se debió a una equivocación.
Lauderdale quería que el trio grabase más discos en Los Ángeles, representando ello la oportunidad para abandonar el noroeste, en donde tantos amigos habían hecho y cuyo clima cultural resultaba enormemente excitante para tres jóvenes como ellos. También representaba la oportunidad de empezar de nuevo pues Ray Charles había roto con Louise, su compañera sentimental que volvería a Florida.
Ray Charles, Milt y Gosady marcharon a Los Angeles y a finales de 1949 grabaron cosas como Honey, Honey y She’on the ball, pero no pudieron conseguir actuaciones en clubes y Milt y Gosady regresaron a Seatle. Ray encontraría en Los Angeles a otra mujer, Loretta, la secretaria de Lauderdale, que le ayudaría en todo, levantando el el ánimo tras la dura ruptura con Louise.
Laauderdale produjo otra grabación de Ray Charles en mayo de 1950. En esta ocasión estaría acompañado de una banda en la que se incluían nombres tan conocidos como Tedd Buckner, Jack McVea y Mashall Royal, todo ello dirigido y con arreglo del  trompetista le Roy “ Snake” White. Estaba claro que su relación con Lauderdale empezaba a dar sus frutos, no siendo el menor de ellos su inclusión en la banda de clubes de Lowell Fulson le ayudaría a depurar su estilo ya que la gente empezase a reconocerle.
A finales de este año volvería a grabar también acompañado de una formación en trio: Oscar Moore a la guitarra y Johnny Miiller al bajo. Ray Charles estaba encantado ya que eran músicos que habían tocado con Nat King Cole y con Charles Brown.
En esa grabación se dio impulso a Baby Let Me Hold Your Hand, una de las composiciones más celebradas de Ray Charles, de la que se habían muchas versiones a lo largo de los años. En 1952 Lowell y Ray Charles empiezan a distanciarse por los honorarios y el segundo decide emprender su propio camino.
Lowel comentaría que él ya no podía pagar lo que Ray Charles merecía y lo recomendó a la agencia cazatalentos de Billy Shaw. Por esa misma época Lauderdale, quien seguía teniendo en su poder el contrato de Ray charles empezó a experimentar ciertas dificultades financieras, por lo que tuvo que poner varios contratos a la venta, entre ellos el de Ray Charles.
Ahmet Ertegun, que en 1948 había fundado Atlantic Records, se enteró del asunto y compró el contrato de Ray Charles sin ni siquiera haberle visto. Aunque Lauderdale  ser retiraría del negocio, hay que agradecerle ser el primer productor que reconoció el talento creativo de un Ray Charles en proceso de depuración.
Lo cierto es que durante la época en que Ray Charles estuvo grabando para Lauderdale, pasó de ser un mero imitador a convertirse en un artista realmente original. Por esa época Ray Charles había conseguido encontrar ya un lenguaje propio, síntesis de blues, gospel y jazz moderno, llegando a crear todo un género que más tarde sería designado como soul. La Atlantic Records fue la base desde la que aparecieron algunas de sus más genuinas composiciones de mediados de los 50, como Mess Around, It Should Have Been Me, en un éxito que llegaría a lo más alto en de las listas de éxitos de 1954. Sin embargo el genio todavía no estaba totalmente satisfecho, ya que las canciones no siempre estaban compuestas por él y los arreglos solían pertenecer frecuentemente a otros músicos; estaba seguro de que podía dar más de sí, de que su potencial apenas había empezado a despuntar.
Siempre inquieto y dispuesto a viajar por el país, en 1953 se traslada a Nueva Orleans, dispuesto a absorber todo lo que encontrase, a integrar en su estilo nuevas ideas, siendo cogido por su gran amigo el bluesman Guitar Slim. Este en contacto entre ambos músicos crearía piezas magníficas, de nivel extraordinario, como The Things I Used To Do, un éxito en las listas, con más de un millón de copias vendidas. Otro título fruto de la relación fue Don’t You Know, así como el tema de Slim  Feelin’ Sad. Igualmente genial fruto de dicha asociación es la mítica I Got A Woman, fruto de una de sus adaptaciones de viejas canciones de origen religioso, que alcanzaría el segundo puesto las listas norteamericanas de rhythm and blues. Esta grabación la llevó a cabo el grupo habitual de Ray Charles por aquella época: Teagle Fleming a la batería, Edgar Willis al bajo, David “Fathead” Newman al saxo alto, Marcus Belgrave y John Hunt a las trompetas. La voz del genial pianista resaltaba por encima del conjunto.
Ya no había nada que pudiera hacer parar a Ray Charles, totalmente liberado de todo posible freno y afán imitador, lleno de la energía que le confería su amor por el góspel, una de sus grandes influencias tanto en el uso del piano como en el de la voz, y que integraría en su estilo a través de la introducción de diversas técnicas interpretativas absolutamente geniales.
Consiguió asimilar a su estilo los coros góspel basándose en invocaciones y respuestas, con los vientos perfectamente acoplados al sonido de su piano y transformó un buen número de viejas canciones, como un This Litle Girl uno of Mine y Nobody But You.
En años posteriores se sentiría ciertamente atraído por el jazz, llegando a colaborar estrechamente con Milt Jackson, vibrafonista del Modern Jazz Quartet, así como con otros miembros de dicha formación.
Dos álbumes fueron el resultado de esta relación: Soul Brother (1958) y Soul Meeting en (1962). Entre ambos también iba editar dos fabulosos discos en directo:  Ray charles at Newport (1958), así como In Person (1960)
En 1959 W aparecía What’d I Say, fruto de una noche de improvisación con su grupo y las coristas (The Raelettes). Esta grabación dio bastante que hablar en la época por la sensualidad implícita en la interpretación, aunque alcanzaría el número 6 en las listas y marcaría el inicio del uso instrumental del piano eléctrico en el repertorio de Ray Charles.
Fue el punto de partida desde el que el artista empezara a experimentar con todo tipo de pianos. Ray Charles estaba convirtiendo en una auténtica celebridad y para grabar el álbum The Genius of Ray Charles (escucha It Had To Be You) se permitió el lujo de llamar a una gran orquesta, en lugar de seguir apoyándose en las características pequeñas formaciones que le habían acompañado hasta entonces.
Los cambios experimentados por la música planta durante esos años y los subsiguientes sobre todo a través de la figura de Elvis, hicieron que los intérpretes negros buscasen una figura que les guiase a través de su propia transición.
Este sería el papel desempeñado por Ray Charles, que se convertiría en punto de referencia para todo una generación de intérpretes negros como Sam Cooke, Otis Redding, James Brown y otros.
Una línea interpretativa que se desarrollaría hasta llegar a Stevie Wonder que debutaría a los doce años.
En esta época y como consecuencia de los cambios referidos, Ray Charles ampliaría su repertorio incluyendo temas del más genuino sabor country como I’m Movin’On, y blues del tipo Let’s the Good Time Roll, por lo que su público se hizo cada vez más numeroso y amplio, siendo admirado por grandes sectores de público blanco, algo nada usual en aquellos tiempos.
También tendría una cierta influencia sobre el rock, aunque siempre se mantuvo en un discreto segundo plano. Podríamos decir que su influencia se hizo manifiesta a través de otros intérpretes, como Joe Cocker, uno de sus grandes admiradores. También en este campo hay que destacar a otros artistas, claras influencias de Ray Charles, como Eric Burdon, Elton John y Steve Winwood.
Los primeros 60 son años de intensa actividad para Ray Charles y la gran popularidad que gozaba le permitía una amplia libertad de movimientos.
En 1959 abandono Atlantic Records y firmó lo que se dijo un fabuloso contrato con ABC Records, en donde gozaría de completa libertad.
En 1960 participó en diversas sesiones de grabación con la orquesta de Ralph Burns, siendo uno de sus mayores éxitos la grabación del estupendo tema de Hoagy Carmichael   Georgia on My Mind(1960) así como de otras piezas ya clásicas como Come Rain or Come Shine y Takes These Chains from My Hearth (nº 8 en 1963).
En 1962 grabaría el álbum tradicional: Modern Sounds in Country And Western Music, con acompañamiento de orquesta y de una imponente big-band. Entre los temas que incluía dicho álbum encontramos I Can’t Stop Loving You, el clásico de Hanl Williams. Las ventas llegaron a alcanzar cifras millonarias.
Lo cierto es que la década de los 60 significó la consagración definitiva de este genial música, a lo largo de la cual se fue desgranando un éxito tras otro: Hit the Road Jack, el nº 1 de 1961; You Dont’t Know Me, nº 2 de 1962; You Are My Sunshine en el nº 7 de 1962; Busted nº 43 en 1963; Take These Chains From My Heart nº 8 también de 1963.
Está en la cumbre, ha llegado lo máximo en su carrera y lo sabe. El largo camino le ha conducido hasta una situación de privilegio y éxito y, aunque la aparición de The Beatles en el estrellato coincide con un descenso del carisma de Ray Charles, (una época en la que se ve envuelto en asuntos de drogas), el “Genio” vuelve a hacerse con los mandos y a mediados de los 60 triunfa con Crying Time y Let’s Go Get Stoned.
En 1967, Yesterday de Lennon y McCartney, es incluida en su extensísimo repertorio, así como Eleanor Rigby, consiguiendo grandes éxitos en las listas mundiales.
También en 1967 realiza una bella versión, junto a la cantante Cleo Laine, de la composición de George Gershwin Porgy and Bess, que convertirían en un éxito. A lo largo de esa década y de la siguiente seguirá con su extenso repertorio de canciones góspel y soul, así como versiónando grandes éxitos de otros compositores.
En la década de los 80 son los cantantes jóvenes, entre ellos Billy Joel y Joe Cocker, los que versión eran las grandes canciones del maestro. En 1984 Ray Charles publica un álbum Friendship, que significaba una reafirmación de sus valores musicales y humanos. Se trata de una personalísima creación en la que se incluyen varios tubos con creadores de variadas procedencias culturales y musicales norteamericanas como Willie Nelson, Chet Atkins, The Oak Ridge Boys, Hank Williams Jr., Ricky Skaggs, Johnny Cash y Merle Haggard. Siguiendo en esta línea en 1985 participaría en el proyecto conjunto USA for Africa que entre otros logros cristalizarian en la canción We Are The World.

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