Es interesante compartir el legado familiar artístico que siempre me ha rodeado haciendo mención de la obra del ilustre artista
Enric Cristofol Ricart i Nin,
nacido en Villanueva y La Geltrú, pintor y grabador xilografista. El estudio de su obra pide una especial atención, dado el olvido que ha mantenido la crítica y la opinión pública, durante años, que ha llevado a un desconocimiento evidente de la verdadera importancia de este artista en nuestra iconografía del siglo XX.
Tío y padrino de mi madre Aurora Ricart Raldiris, por tanto, hermano de mi abuelo.
En recuerdo de ambos dedico estas entradas.
Dada la extensión estarán divididas en 6 partes:
ENRIC Cristòfor Ricart Nin PARTE 1
AMISTAD CON MIRÓ
La muerte apaga en la tierra la luz de los ojos, pero enciende la del recuerdo"
(J M Eguren)
Respirando ambiente artístico he acabado amando el arte.
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Cal Junqué de Vilanova |
"El pequeño de Cal Ricart del Gas", como así le llamaban porque su padre Francesc Ricart Marrugat era el Director de la Fabrica del gas, era el más pequeño de tres hermanos Josep Antón (mi abuelo) y Pilar, que se casó con el pintor Vilanoví Alexandre de Cabanyes.
Tuvo una difícil infancia según lo expresa en sus memorias:
"mis recuerdos de infancia son unas continuas convalecencias, larguísimas, interrumpidas por nuevas enfermedades..."enfermizo, sin madre pues murió al poco de nacer, pero con trece cuidadoras.
Estudió en Los Escolapios
A los 17 años estudió en la Escuela de arte de Francesc d'Assís Galí i Fabra, en el nº 4 de la calle Cucurulla de Barcelona, pues destacaba y poseía una natural inclinación por el dibujo.
Los consejos de artistas de Vilanova influyeron en la decisión de su padre para inscribirlo en esta referida escuela de Arte, pionera del momento.
En 1915 viaja a Italia (este apartado está en la entrada de este blog en ESTE ENLACE) y regresa tras seis meses a Villanueva una semana antes de estallar la Gran Guerra.
Vuelve a Barcelona para estudiar en la Escuela de Bellos Oficios y por la tarde pintaba en el estudio que compartió con Joan Miró Ferrà, por entonces joven y tímido muchacho.
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Miró pintado por Enric C Ricart Nin en 1917 |
En esta época Ricart y Miró se hicieron mutuamente un retrato.
Ricart pintó a Miró
vestido de recluta. Lienzo que se conserva en el
MoMA The Museum of Modern Art.
New York Metropolitan Museum of Arts.
"Estimado amigo : ... Una cosa memorable para mí y digna de que la sepas. Mientras he sido soldado, estos días de estado de guerra, he cobrado 0,40 pesetas diarias y derecho a comer rancho. En fin, me he ganado la vida. [...] Sale más a cuenta ser soldado que pintor". Montroig, 26-8-1917:
Por otro lado Miró pintó a Ricart un retrato, ataviado con un pijama de seda rayado, a un lado al fondo una paleta de pintor y al otro, a manera de collage, una estampa japonesa auténtica. De gran interés para ambos en aquella época.La pintura se conserva en La Fundación Miró de Barcelona
Hay una anécdota sobre esta obra que relata Ricart en sus
Memorias
y que recoge
Oriol Pi de Cabanyes
en el siguiente artículo:
"Ricart era un irónico de cuidado. Estando en París con Miró, en 1920, visitaban juntos el Louvre, pero no había forma de intercambiar impresiones con él, según confiaba por carta a su íntimo Josep-F. Ràfols: "Caminem plegats llargament i no em diu ni una paraula o bé contesta breument".
Se ve que Miró observaba la pintura antigua como hipnotizado y cuando se le interpelaba soltaba, como mucho, aquel repetido entrechocar de la punta de la lengua en la parte de atrás de las paletas dentales superiores que le fue tan característico y que en una entrevista Porcel transcribió onomatopéyicamente como "tsé-tsé", lo cual disgustó al pintor hasta el punto de que borró al periodista de un brochazo en una ampliación de la fotografía que les había hecho Planas Montanyà, así convertida por la rabia en cuadro de precio.
E. C. Ricart, que no llegó nunca a comprender el éxito del colega con quien en su primera juventud había compartido taller "frente a la tienda de fideos de la familia de Isidro Nonell", consideraba que el carácter del joven Miró en París tenía unos muy acusados "detalls teutònics: els compliments, la serietat (absurda en tot llatí) i les celles a punt de fer un drama" que "es fa molt poc agradable en el seu tracte".
Miró era, en efecto, un tipo más bien retraído y serio, muy pendiente de sus visiones interiores. Y era tan inocente que en París sus jóvenes colegas le tomaban el pelo con una crueldad infame. El mismo Ricart lo cuenta el día 29 de diciembre de 1922 en una de las anotaciones de aquellos pequeños cuadernos personales que bautizó, por analogía con las fotos instantáneas, como "quaderns Kódak".
Anota Ricart que Joan Miró era objeto de "una serie de brometes pesades". Una de aquellas "rigolades", que conozco por tradición familiar, es que a Miró llegaron a hacerle creer que si algún día no podía conciliar el sueño era porque su cráneo desprendía un aura tan luminosa que era lógico que le deslumbrara su propia luz.
En abril de 1921 Miró puso distancias y evitó así más coñas. En aquella nota de dietario Ricart se arrepentía de tanto burlarse de Miró: "Ho lamento i si hagués sabut que s'ho havia de prendre tan a la valenta d'aquesta manera no hi hauria intervingut en absolut. Malgrat el seu caràcter de ferro i excessivament tancat –jo li deia el cofrefort– era un xicot que encara que no demostrés cordialitat crec que la tenia".
Claro. Miró era un tipo de humanidad inconmensurable. Su grandeza tuvo ocasión de manifestarse cuando respondió con extrema generosidad y sin reticencia alguna al requerimiento que en 1975 se le hizo para que participara en un homenaje a Ricart a los quince años de su muerte. El cándido Miró pudo ser objeto de todo tipo de chanzas de sus amigos, pero el tiempo ha demostrado que volaba a mucha más altura... "
"Ricart era un irónico de cuidado. Estando en París con Miró, en 1920, visitaban juntos el Louvre, pero no había forma de intercambiar impresiones con él, según confiaba por carta a su íntimo Josep-F. Ràfols: "Caminem plegats llargament i no em diu ni una paraula o bé contesta breument".
Se ve que Miró observaba la pintura antigua como hipnotizado y cuando se le interpelaba soltaba, como mucho, aquel repetido entrechocar de la punta de la lengua en la parte de atrás de las paletas dentales superiores que le fue tan característico y que en una entrevista Porcel transcribió onomatopéyicamente como "tsé-tsé", lo cual disgustó al pintor hasta el punto de que borró al periodista de un brochazo en una ampliación de la fotografía que les había hecho Planas Montanyà, así convertida por la rabia en cuadro de precio.
E. C. Ricart, que no llegó nunca a comprender el éxito del colega con quien en su primera juventud había compartido taller "frente a la tienda de fideos de la familia de Isidro Nonell", consideraba que el carácter del joven Miró en París tenía unos muy acusados "detalls teutònics: els compliments, la serietat (absurda en tot llatí) i les celles a punt de fer un drama" que "es fa molt poc agradable en el seu tracte".
Miró era, en efecto, un tipo más bien retraído y serio, muy pendiente de sus visiones interiores. Y era tan inocente que en París sus jóvenes colegas le tomaban el pelo con una crueldad infame. El mismo Ricart lo cuenta el día 29 de diciembre de 1922 en una de las anotaciones de aquellos pequeños cuadernos personales que bautizó, por analogía con las fotos instantáneas, como "quaderns Kódak".
Anota Ricart que Joan Miró era objeto de "una serie de brometes pesades". Una de aquellas "rigolades", que conozco por tradición familiar, es que a Miró llegaron a hacerle creer que si algún día no podía conciliar el sueño era porque su cráneo desprendía un aura tan luminosa que era lógico que le deslumbrara su propia luz.
En abril de 1921 Miró puso distancias y evitó así más coñas. En aquella nota de dietario Ricart se arrepentía de tanto burlarse de Miró: "Ho lamento i si hagués sabut que s'ho havia de prendre tan a la valenta d'aquesta manera no hi hauria intervingut en absolut. Malgrat el seu caràcter de ferro i excessivament tancat –jo li deia el cofrefort– era un xicot que encara que no demostrés cordialitat crec que la tenia".
Claro. Miró era un tipo de humanidad inconmensurable. Su grandeza tuvo ocasión de manifestarse cuando respondió con extrema generosidad y sin reticencia alguna al requerimiento que en 1975 se le hizo para que participara en un homenaje a Ricart a los quince años de su muerte. El cándido Miró pudo ser objeto de todo tipo de chanzas de sus amigos, pero el tiempo ha demostrado que volaba a mucha más altura... "
Puedes leer el artículo en este enlace:
La amistad entre Miró y Ricart fue intensa.
En el primer volumen del libro "Epistolari català de Joan Miró 1911-1945" se publican innumerables cartas que éste dirigió a Enric C Ricart y a muchos otros como Lola Anglada, Josep Dalmau, Pablo Picasso, Josep Francesc Ràfols, Pablo Gargallo, Sebastià Gasch, J.V. Foix, Salvador Dalí, Joaquim Torres Garcia, Joan Prats, la seva dona Pilar Juncosa, Joaquim Gomis, Francesc Trabal, Joan Brossa…
Cuando a Miró se le informó que la librería -sala de arte La Mulassa de Vilanova i la Geltrú estaba organizando una exposición guiada por su sobrino-nieto Oriol Pi de Cabanyes. (autor del extraordinario Libro:" Enric C Ricart y el Novecentismo" del que yo reproduzco mucha información.), Miró envió una carta a la familia y organizadores del homenaje, en febrero de 1975 desde su residencia mallorquina de Son'Abrines.
En el primer volumen del libro "Epistolari català de Joan Miró 1911-1945" se publican innumerables cartas que éste dirigió a Enric C Ricart y a muchos otros como Lola Anglada, Josep Dalmau, Pablo Picasso, Josep Francesc Ràfols, Pablo Gargallo, Sebastià Gasch, J.V. Foix, Salvador Dalí, Joaquim Torres Garcia, Joan Prats, la seva dona Pilar Juncosa, Joaquim Gomis, Francesc Trabal, Joan Brossa…
Cuando a Miró se le informó que la librería -sala de arte La Mulassa de Vilanova i la Geltrú estaba organizando una exposición guiada por su sobrino-nieto Oriol Pi de Cabanyes. (autor del extraordinario Libro:" Enric C Ricart y el Novecentismo" del que yo reproduzco mucha información.), Miró envió una carta a la familia y organizadores del homenaje, en febrero de 1975 desde su residencia mallorquina de Son'Abrines.
Traducción del texto de la carta del catalán:
"..pensando en Enric Cristofol Ricart y a los amigos de Vilanova i La Geltrú, pensando también en el taller que teníamos juntos en la calle Baja de Sant Pere frente de la tienda de fideos de la familia de Isidro Nonell con el buen afecto a todos vosotros. Miró."
"..pensando en Enric Cristofol Ricart y a los amigos de Vilanova i La Geltrú, pensando también en el taller que teníamos juntos en la calle Baja de Sant Pere frente de la tienda de fideos de la familia de Isidro Nonell con el buen afecto a todos vosotros. Miró."
***Isidro Nonell es del pintor modernista.
Enric C Ricart siguió en la búsqueda de su proyección encontrándose con el"Novecentismo"como fórmula ideal para manifestar su alma mediterránea de Cataluña.
Según relata Francesc Fontbona en su "Tratado sobre el paisajismo", ..." la pintura de Ricart en esta época evolucionó de una manera parecida a Miró.... ambos se encuentran pero se bifurcan en el tránsito entre el novecentismo hacia donde acaba Ricart y el vanguardismo de Miró...terminan cada uno en una vertiente y divergen por sus sus diferentes maneras de pensar.
Ricart con Miró, Josep Francesc Rafols i Fontanals, Francesc Domingo i Segura, y Rafael Sala i Marco , formaron la AGRUPACIÓ COURBET, a la que un poco más tarde se añadieron, el ceramista Josep Llorens i Artigues y los pintores Josep Benet i Espuny , Josep Obiols i Palau, Manuel Humbert i Esteve...estéticos y existencialistas Marian Anton Espinal y Josep de Togores i Llach y otros. Formaron un grupo de afinidades más o menos estéticas, que aspiraban a representar la tendencia pictórica que respondía a la irrupción del impresionismo.
En 1918 Torrents, Sala, Ráfols y Ricart mantenían viva la llama contra el modernismo y la exaltación de lo que sería el novecentismo.
En 1918 Torrents, Sala, Ráfols y Ricart mantenían viva la llama contra el modernismo y la exaltación de lo que sería el novecentismo.
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Marca de Agrupación Courbet 1918 Xilografia de Ricart |
Un año más tarde la "Courbet" desaparece y muchos de sus miembros pasan a"los Evolucionistas", agrupación formada por jóvenes que habían cursado estudios en la Llotja.
De su viaje a Italia, Enric C Ricart prevaleció la
formación artisitica moderada
captada de la Escuela Gali, y le llevó a inclinarse más por el clasicismo de los museos italianos.
Al volver de Italia Rafael Sala y Ricart con
Damiá Torrents Brunet
y el mismo Rafols, publican el primer número el dia De San Pedro de 1915, de la
REVISTA THEMIS .
En ella reflejaron signos de modernidad según las corrientes estéticas del momento; aparecieron fascículos hasta marzo de 1916 en que, por el gran escándalo que ocasionó publicar el articulo (Themis: Núm. 18 del 20 març 1916) :
Manifest de la dona futurista de Valentine de Saint Point, que ella había escrito el 25 de marzo de 1912 la poca tolerancia, la estrechez de miras de las fuerzas vivas de la época condenaron a la revista al más absoluto fracaso, dejándola sin suscripciones y se vio forzada a desaparecer.
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Fragmento de Revista Themis sobre el Manifiesto de la mujer futurista de Valentine de Saint Point |