Creí que poco a poco volverías.
No ha sido así.
Sin memoria y en ausencia de recuerdos,
hasta donde lo inmediato se desvanece rápido,
Tan solo un halo de tu sonrisa me habla.
Me reconoces al instante al mismo tiempo que me olvidas.
Tu mirada vidriosa, opaca, de tus ojos azules,
tiene un abismo en el que no puedo adentrarme
por el muro que ha levantado tu ceguera.
Nos queda el tacto, la caricia, el contacto, la palabra.
Te ausentas poco a poco, lentamente, sin prisas, para enseñarme a vivir sin ti.
En el fondo me alegro que no veas esa lágrima silenciosa que se me escapa al cuidarte.
Qué viaje tan largo ha emprendido, mamá, en ese laberinto sin salida.
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Otra entrada en mi blog con el tema de ausencia de memoria en:
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