The Beach Boys. El surf

Los primeros años de la década de los sesenta presenciaron el nacimiento en California de un estilo musical que, según los entusiastas aficionados al mismo, sólo podía haber nacido en ese estado, el más próspero de los Estados Unidos. El surf era aquélla música que pretendía trasmitir las agradables sensaciones experimentadas al practicar ese deporte playero, con el balanceo de las olas del océano sobre una tabla. En muy poco tiempo, los grupos de surf californianos, cuyo ámbito, a excepción de casos muy remarcables pero aislados, como The Beach Boys y Jan and Dean, no solía traspasar las fronteras de este estado del oeste, invadieron los clubs y las pistas de baile situadas frente a las playas que se extendía desde San Francisco a San Diego.
Nacida a partir del rock’n’roll, adornada con las preciosistas armonías vocales provenientes del doo-wop negro de los años cincuenta (al estilo de The Platers o The Coasters), junto a influencias de algunos pioneros de la música vocal blanca, como The Everly Brothers, la música surf solía caracterizarse por una batería marcada, sutiles matices latinos en los ritmos y el empleo de la percusión pero siempre con la guitarra solista en primer plano, filtrada por la reverberación o por el eco.
Los textos de los temas surf nos hablaban del idílico estilo de vida de la juventud californiana, y de todos sus ideales: muchachas bronceadas por el sol del pacífico, la práctica del surf en la playa, y los grandes coches convertibles, descapotables y trucados, con los que los jóvenes solían pasearse haciendo cruising, aquel deporte (en versionde aquellos tiempos), consistente en recorrer las aceras de moda con un auto despampanante, a díez km/h, para tener tiempo de deleitarse con la visión de las chicas y dedicarles algún que otro piropo.
Todo parecía, pues, bastante vacío y superficial, pero, a pesar de ello, la fórmula fue un gran éxito y constituyó un estilo que ya había de encender los ánimos de una juventud normalmente de raza blanca, sin preocupaciones ni ninguna concienciación social o existencial.
La escena de la música surf creció rápidamente en California, y entre 1961 hasta 1965, fecha que marcó su definitivo declive tras el embate de los grupos británicos de pop, un gran número de pequeñas compañías discográficas radicadas en el Golden State, y sobre todo en Los Angeles, editaron centenares de discos que se sucedían con celeridad.
Algunos de los éxitos más importantes fueron Moon dawn de The Gamblers, Mr. Moto  de The Belairs,  Hey Little Cobra de The Rip Chords, o  Little GTO de Ronny and The Daytonas y Surfin’Hootenamy, de Al Casey. Estos temas y algunos más consiguieron atravesar la frontera californiana y pudieron ser reeditados por compañías de ámbito nacional, aunque casi siempre, la permanencia de estos éxitos en las listas de ventas fue corta y la sucesión entre uno de los temas y el siguiente de entre los que se disputaban el estrecho espacio que la totalidad de los Estados Unidos dedicaban al surf, era breve y rápida.
Con la llegada los Estados Unidos del pop británico y el despertar de las tendencias underground de San Francisco, durante la segunda mitad de la década de los sesenta, a pesar de que, obviamente, el deporte del surf seguía practicándose, a nadie más se le ocurrió dedicarle canciones a tal práctica. No fue hasta principios de los años 80 cuando se produjo un breve revival, no tan sólo de la música surf, sino también de los vacíos ideales playeros que la caracterizaban, y grupos como The Beach Boys (de hecho el único que merece, y con toda justicia, estar presente en una antología de la música popular) y dúos como Jan and Dean, propiciaron un renacimiento del estilo que les había otorgado la fama durante los sesenta.
El grupo que mejor representó el espíritu de ese estado americano de vida fácil y juventud despreocupada fue, sin lugar a dudas, The beach boys. Estos adolescentes iniciaron su carrera a partir de la amistad entre Brian Wilson, nacido el 20 de junio de 1942, y su primo Michael Love nacido el 15 de marzo de 1941, propiciada a partir de la pasión que ambos sentían por la música y preferentemente por el canto. Un buen día ambos decidieron formar un grupo, para el que contaron con los dos hermanos de Brian, Dennis y Carl, nacidos el 4 de diciembre he de 1944 y el 21 de diciembre he de 1946 respectivamente, y con su amigo Alan Jardine, que había nacido el 3 de setiembre de 1942.
En un principio, lo del grupo fue un asunto totalmente familiar; por de pronto, era el propio Murray Wilson, padre de Brian, Dennis y Carl, quien desempeñaría las funciones de mánager, mientras que el hermano de Mike, Esteve Love, que era Licenciado en economía, se ocupaba del aspecto financiero.
The Beach Boys iniciaron su andadura realmente en serio en otoño de 1961, cuando finalmente el grupo consiguió los instrumentos: Carl tocaría la guitarra solista, Dennis se dedicaba a la batería y Brian al bajo, repartiéndose con Mike el peso de las partes vocales solistas. Todos los componentes del grupo eran excelentes cantantes y, además se con penetraban a la perfección.
En el verano de 1962 que la música surf se puso de moda, y The Beach Boys estaban preparados para hacerse con el mando de la situación. Tras un primer sencillo discreto, el segundo disco del grupo, Surfin’Safari, llegaría ya hasta el puesto número 14 de las listas de éxitos. Era todavía un tema rudimentario, pero con tenía ya todas las claves de una fórmula musical sobre la que The Beach Boys basarían en toda su carrera.
El éxito fue rotundo, y el disco de los cinco muchachos californianos encontró unos compradores dispuestos a escuchar su música: lo que deseaba el público era, ante todo, despreocupación, y ningún otro grupo estaba en una posición mejor para dar la que The Beach Boys, y, sobre todo, su líder y compositor, Brian Wilson, un chico rechoncho que, paradójicamente, no sólo no había montado nunca sobre una tabla de surf, sino que al parecer, incluso sentía miedo del agua.
Con sus composiciones ligeras y comerciales, Brian Wilson expresaba el sentir de la juventud mejor que nadie, y en los despreocupados primeros años sesenta, The Beach Boys aparecieron como la encarnación del sueño americano y de lo mejor de California.
En muy poco tiempo el grupo californiano se impuso en los Estados Unidos y luego en todo el mundo como el único conjunto cien por cien americano. A partir de 1962, y hasta 1965, una sucesión de sencillos muy comerciales y resultónes, pero de gran calidad, se autoría en sin problemas hasta los primeros puestos de las listas de éxitos: Surfer girl,  In my room, Fun,fun,funSurfin’USA,  Don’t worry baby,  I geta round,   Help me Rhonda y Barbara Ann.
Pero, en diciembre de 1964, cuando se encontraban en la cumbre del éxito, el líder indiscutible de la banda, Brian Wilson, se derrumbó. Víctima del agotamiento y deprimido, decidió retirarse de la actividad en directo y dedicarse únicamente producción y a la composición.
De este retiro nacería una de las obras maestras del rock, Pet sounds, un álbum en el que The Beach Boys, abandonando por primera vez los sueños de los adolescentes, propondrían temas tales como la desilusión que sigue a la entrada en la edad adulta y el desengaño frente a los valores inculcados a la juventud. No obstante, esta sería la última ocasión en la que Brian podría concentrar toda su energía para el grupo. Cada vez más hundido en el mundo de los estupefacientes, estaba preparando su obra maestra, Smile, cuando se enteró de la salida del álbum de the Beatles Sgt Pepper’s lonely hearts club band. Así, pues, despechado, impidió la distribución de Smile, que nunca podrá ser conocido tal y como había sido concebido, a pesar de que incluso tenía una portada ya asignada.
Sin embargo, el público seguía reaccionando favorablemente a las propuestas del quinteto californiano. Después de Pets sound se publicó el título quizás más conocido de toda la historia de The Beach Boys, una buena canción que representa por sí sola todo el rock blanco norteamericano de los sesenta. Good vibrations se encaramó rápidamente al número uno de las listas americanas y británicas (¡inclinó apogeo de The Beatles!) A raíz de su salida al mercado, y lo ha vuelto a hacer en cada reedición.  (Album friends 1968)
Heroes and villains, el siguiente sencillo, se vendría bien, pero sin llegar a los extremos de Good vibrations, y de hecho sería la última composición original de The Beach Boys que llegaría los puestos de privilegio de las listas de venta. Hasta finales de la década de los sesenta salieron algunos elepés más al mercado; Smiley Smile, un álbum que recogía, con distintos arreglos, algunos temas del esperado y abandonado Smile.
(Album  Sunflower, 1970) (Surf's Up, album en 1971)
En Wild Honey, los temas estaban firmados al alimón por Brian Wilson y por Mike Love, como si el antiguo líder no estuviera ya preparado para asumir plenamente la responsabilidad del grupo.(album Wild Honey, 1967)
A pesar de los esfuerzos que representó la grabación de Holland, álbum grabado en Europa en 1972, The Beach Boys sólo conseguían volver aparecer en las listas con antologías de viejos éxitos. El regreso de pedían Wilson a la producción en 1976 hizo pensar que el grupo iba a despegar de nuevo, pero los álbumes que salieron al mercado, Beach Boys love you y M. I. U. Album no hicieron más que explotar las influencias musicales que les habían hecho triunfar en los primeros años de la década de los sesenta.
Evidentemente, durante las dos últimas décadas, The Beach Boys han vivido primordialmente de revivals, interpretando y re- grabando para el mismo público que le había aplaudido en su juventud el material que les había hecho famosos.
( Keepin The Summer Alive, 1980)

 ***The Greatest Hits

Son remarcables tan sólo los intentos en solitario de algunos miembros.
En 1981 Carl Wilson lanzó al mercado un álbum bien concebido e interpretado, titulado precisamente Carl Wilson y demostró que tal vez era el propio modelo The Beach Boys el que se había quedado obsoleto, más allá de la valía musical de sus componentes por separado. El caso de Brian, antiguo líder y verdadero único genio de la banda, es muy significativo. Tras vencer sus problemas psicológicos con la ayuda de un psiquiatra, en 1988 sacado al mercado el álbum Brian Wilson, un disco asombroso muy bien interpretado y excelentemente cantado, con ciertas referencias a The Beach Boys ocupando el apartado de la nostalgia, combinadas con innovaciones muy destacadas que devolverían a la vida musical a un cerebro dotado para el éxito.


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