MISTERIOS DEL AMOR
De joven era enamoradiza. Soñaba con vivir un idilio apasionado, como de película. Lo intenté con unos cuantos novios, candidatos a futuro marido, pero con cada uno de ellos a las puertas de la boda la relación finalizaba.
Era enamoradiza pero poco casamentera.
Un día me regalaron una mirada especial. Diferente a todas. Pusieron un corazón enamorado entre mis manos. Y al final, dos pasajes de avión.
Seguí a ciegas aquel plan.
Mi mente estaba confundida pero mi sentimiento atrapado en el mundo que tanto soñé.
Un idilio apasionado, como de película.
Me casé.
¡Ah! Se llama Greta. Es divina.