Plagio del chiste de uno de tantos matrimonios

SERIE PLAGIO DE UN CHISTE
Son microrrelatos creados en protesta por el Concurso Internacional de Microrrelatos del Museo de la Palabra, de la Fundación César Egido Serrano, que concedió el Iº premio a un relato que no era inédito y además era el plagio de un chiste



Ernest me ha confidenciado que sospecha que su mujer le es infiel. Que no le extrañaría nada que tuviera un amorío porque su actitud indiferente y apunta a que así sea.
Llevan años de convivencia y sufren las consecuencias del desgaste que la rutina ejerce sobre ellos.
A él también le pasa. Sabe que, como dice Sabina: los hombres engañan más que las mujeres, pero ellas lo hacen mejor.
Me explica que cuando suena el teléfono su mujer siempre se apresura a cogerlo.
Que estando los dos en la cama, él, intentando conciliar el sueño, y ella, leyendo como siempre, hasta la madrugada, una noche hubo una llamada, como tantas, sospechosa, y me detalla la conversación:
-¿Diga?
-No. No. Se ha confundido.
-Llame usted a la Comandancia de Marina. Si. Si a la Comandancia de Marina.


-No. No sé cuál es su número, pero vendrá en la guía, digo yo.
-No. No es molestia, no estaba dormida.
-¡¡Nooooooo!! No se preocupe.
-Adiós, adiós, que tenga buena noche también.

Después me dijo Ernest que le pregunto con curiosidad que quién era para sugerirle lo de la Comandancia de Marina, y ella le contestó:  uno que se ha equivocado y pregunta si hay moros en la costa.
jajajajajaja Y  digo yo, hay cosas que son tan evidentes.
Lo que es inútil es volver sobre lo que ha sido y ya no es.



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Plagio del chiste de la madre defensora

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Hoy con mis hijos dedicaré el día a recorrer tiendas. Están llenas de gente, pero los comerciantes se quejan de que solo entran a mirar.
Mis hijos no piden demasiado, son conocedores de las carencias por las que su padre y yo hemos
pasado y han aprendido a conformarse con lo que tienen, que no es para quejarse.
El mayor ha acabado la carrera. No tiene medios para emanciparse.
Al entrar en el centro comercial nos encontramos con Justina, ¡qué horror! es la vecina más impertinente.

__¡Hola Julia!, ¡hola Pedro!, ¿tan mayor y de compras con mamá?
Si tuvieras trabajo como mis hijos, que están los tres colocados...
__¿Qué dices Justina? pero si mi hijo en su nuevo trabajo se siente como pez en el agua.
__ Ah, si y ¿Qué hace?
__Nada.




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Plagio del chiste de la buena persona

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Recibí una educación rigurosa, tanto en casa como en el colegio. Propia de aquellos tiempos de los años 50. Basada en férreos valores: honradez, disciplina, puntualidad, prudencia, sacrificio, lealtad, respeto, amistad, etc.
Cuando tenia 20 años, la escuela en la que estudié la carrera de la que he trabajado toda mi vida, también fue hermética y exigente.
Lo he agradecido siempre, aunque por aquel entonces por mi juventud necesitaba rebelarme y de hecho me rebelé de muchas cuestiones a base de esfuerzo interno.
No me arrepiento de nada, salvo en ocasiones, de haber sufrido más de lo necesario.
Puede que, en el transcurso de la vida, alguien que haya estado a mi lado, se haya resentido con alguna "menos buena" actitud mía. Puede que, en alguna u otra ocasión, haya podido ofender, molestar o herir a otros. Siempre he creído actuar conforme a mis principios y me consta que si alguien no me ha sabido interpretar es cuando se han creado conflictos. Eso a nadie importa.
En general me considero una buena persona.
Mirad si soy buena, pero que muy muy buena persona, que últimamente hasta ni madrugo, para que Dios ayude a otro.



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Plagio del chiste de la cuestión del tuteo

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A mi me enseñaron que, a quien acabamos de conocer o a las personas mayores, por respeto se les debería de hablar de usted. Y esa práctica se ha perdido. Lo vivo cada día con mi madre. Me sigue pareciendo importante tenerlo en cuenta. Las cosas no son lo mismo

El jefe me encargó que averiguara a dónde iba Ernesto cada mañana, con tanta prisa al salir de la oficina a la hora del desayuno. Le extrañaba después no verlo en el despacho, ni en los pasillos, ni tomando café en los bares colindantes.
Tras bastantes días de pesquisas conseguí la información.

— Pues mire, Sr. Luis, aprovecha para ir a su casa y hace el amor con su mujer.

– ¡Ah bueno! eso está bien. Hacer el amor es siempre atractivo e irrefrenable, además de una sana práctica.

Me dio dos palmaditas en la espalda y me pidió que desde aquel momento lo tuteara.
Me quedé sorprendido de que se quedara tan tranquilo con la respuesta que le di y antes de salir de su despacho le pregunté:

– Y a ti Luis, lo que hace Ernesto ¿no te molesta? ¿no te importa?

–¿Y por qué había de importarme?

– Pues verás, tal como te he dicho, aprovecha para ir a tu casa y hace el amor con tu mujer.

En cuestiones de tuteo o cuando le tocan las cosas de uno, todo cambia.





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Plagio del chiste de cumpleaños

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Ring, ring, ring….
— ¿Dígame?

— Hola Pedro, felicidades, amigo.
— Oh gracias Anna, precisamente ahora te iba a llamar para invitarte a la fiesta de esta noche. No puedes faltar.
— Qué bien Pedro, pero… no tengo coche y….
— Anna, sabes que vivo a dos pasos de Matadepera y de regreso no te preocupes que te acompañaremos a casa.
— Bueno, entonces si, vendré gustosa.
— Solo una cosa, Anna, cuando llegues al portal llama al interfono con el codo del brazo derecho, empuja la puerta con el pie izquierdo, y ciérrala con la espalda. Para llamar al ascensor llama con el codo izquierdo, empuja la puerta con el pie y cierra con la espalda.
— Pero…Pedro, perdona, ¿ por qué tengo que usar los codos, los pies y la espalda?
— Anna, mujer, no querrás venir a mi cumpleaños con las manos vacías.

Dedicado a Pedro Herero


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Plagio del chiste de la dejada

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Mi madre siempre me reprende con la misma frase: ¡eres una dejada! ¡eres una dejada! y ella es una pesada. Que si haz la cama, que si ventila la habitación, que si deja las cosas recogidas, que si lleva la ropa sucia al lavadero, que si ordena tu armario, organiza tus cajones.

Me va detrás fiscalizando lo que hago y lo que dejo de hacer.
Hoy ha venido Ernesto, el vecino del 5º y hemos estado jugando toda la tarde. ¡Qué bien me lo he
pasado!
Le he explicado a mi madre lo que hemos hecho y no entiendo porque se ha escandalizado de esa manera.
_ Al final te voy a dar la razón, mamá. Soy una dejada.
_ A ver cuéntame hija ¿Cómo ha sido eso que has hecho con Ernesto?
_ Verás mamá, el se insinuó y yo me fui dejando, me fui dejando...




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Plagio del chiste del fanfarrón. Menudo chasco.

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Por las tardes ayudo a mi marido en su despacho. Siempre que entro una visita, le dice que espere, y al instante coge el teléfono y se pone a hablar :
_ Señor Francino, no estoy dispuesto a aceptar por la gestión menos de un millón, así que no se moleste en llamar, salvo que esté de acuerdo con el precio de mi minuta. ¿Entendido?


Hoy no he parado de hacerle gestos y señas, disimuladamente. Al colgar, saluda al hombre que espera frente a su mesa.
_ Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle?
_ Verá, soy de la Compañía Telefónica y vengo a conectarle la línea.


¡Ay! Mi marido a veces se pasa con sus estrategias para hacerse valer.





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Plagio del chiste del polvo del abuelo.

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Mi abuelo tiene 95 años. Siempre ha sido un seductor porque según dice, las mujeres le gustan tanto que le dan vida. Se da todos los caprichos que quiere, en ese y en otros aspectos. Todas las tardes se reúne para jugar a cartas con dos viejos amigos, algo más jóvenes que él.
Está sentado en su sofá orejero muy pensativo.


_ ¿Qué te pasa abuelo?
Me cansa la constante queja de mis amigos. Uno, que si la artrosis de las rodillas le impiden andar deprisa, el otro, que si la tos no le deja dormir por las noches, pero hace sesenta años que fuma y no piensa dejarlo.
_Y a ti ¿qué te preocupa?
_Mira Jose, le acabo de decir a Hortensia que si quería echar un polvete conmigo y me ha contestado ¡señorito, si acabamos de hacer uno!
Y es que a mi lo que me falla últimamente es la memoria. ¡jijijiji!




Hay otra versión de esta idea
OLVIDADIZO

Con excelente salud he cumplido los noventa y cinco. Lo peor de la vejez es perder amigos. Amigos de juventud, de orgías veraniegas, de placeres con nuestros cuerpos atléticos. Me he casado cuatro veces y enviudado tres. Las mujeres me dan vida. A la hora gozar, nunca he tenido un no por
respuesta. Siempre dispuesto, porque mi vitalidad las complace. Esta tarde, Ernestina me ha preocupado cuando le he dicho:
— vamos a hacer el amor, querida — y me ha contestado: Sergio, si acabamos de hacerlo.
Y para a mi, lo triste de mi vejez, es que me falle la memoria.



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Plagio del chiste del pene que habla

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Ernesto es un muchacho que se cuida mucho. Se hace periódicamente chequeos médicos, controla su presión, su peso, no fuma, sigue hábitos alimentarios saludables. Practica ejercicio físico al aire libre y en el gimnasio con las máquinas ha desarrollado un cuerpo musculoso.
El problema que tiene es que no duerme bien. Sufre pesadillas nocturnas, levantándose sudoroso y sobresaltado. Y siempre con erecciones mañaneras.
Hoy ha soñado que su pene hablaba. Pero se ha quedado profundamente preocupado cuando ha oído que tenía voz de pito.



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Plagio del chiste de las pestañas

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Veo tu foto que cubre mi pantalla y tu mirada engalana mi deseo. Mientras te contemplo sobrevienen pensamientos. Tú, artífice de mis sueños, a veces con besos olvidados en el enjambre del mundo de la inmediatez.


Instantes que se pierden como te pierdo en un clic, si no retengo con amor el día a día. Te escapas sin remedio apesadumbrando segundos que se precipitan en el vacío.


Mientras escribo tranquila estas líneas, la emoción me embarga. Cierro los ojos conteniendo una lágrima que se escapa por el borde de mi mejilla, en el instante que mi hija entra en el estudio.

_ Mamá, ¿Qué haces frente al ordenador con los ojos cerrados?
_ Nada, hija, es que Windows me ha dicho que cierre las pestañas.

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Plagio del chiste de los calzoncillos

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Me cansa verlo tan gordo con esa barriga cervecera.


En su cabeza ya no le queda ni un pelo y luce un cuero cabelludo brillante, pero de la grasa que rezuma su piel ensucia mucho la funda de las almohadas.
Cuando está en casa come y duerme, come y duerme, come y duerme y si bebe ya estoy perdida, porque se vuelve tan pesado, con tanta palabrería, que no se aguanta.
Si se tira al suelo, allí se queda a dormir la mona porque no hay quien pueda con él para levantarlo.
Entre el tipo que se le ha puesto y el mal carácter que tiene, que parece que esté amargado (tanto como me tiene a mi),  ha perdido todo el atractivo.
Me dijo mi madre: “búscalo delgado y limpio que sucio y gordo se te volverá”. Tenía razón.
Los domingos a la hora del desayuno se pone a leer los recortes de los artículos del periódico que recopila durante la semana, por la tarde se queda traspuesto delante del televisor y no tenemos ningún tipo de conversación.
Así un día detrás de otro.
Es un fastidio aguantarlo.
Ayer cuando se metió en la cama, que yo estaba medio dormida, se me acercó ronroneando, acariciándome la espalda con suavidad, y me dijo en tono sensual:
— Cariño, cariñito mío, mi pichurri, mi vidita, no tengo calzoncillos.
A lo que yo le contesté:
— Por Dios, ahora déjame dormir, que mañana ya te lavaré unos.

Si es que...




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Plagio del chiste de la enzima. La química del amor

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Juan siempre está de broma. Amable y dispuesto a echarte una mano si lo precisas. Es un vecino muy resolutivo ante los problemas de nuestra comunidad. Me gusta porque a su lado una se sonríe y para mi eso tiene un valor añadido, más hoy en día, con la seriedad que gasta la gente, que pasa por tu lado y ni te saluda. Si has de conversar de temas serios, emplea su encanto personal, mostrando la cara mas amable.
Está jubilado. Sus hijos se emanciparon y su mujer murió de cáncer siendo joven. Desde entonces no se le ha visto con pareja alguna.

Hace unos días me confesó que después de tantos años ha encontrado una mujer que le gusta, pero no acaba de decidirse.

Hoy al salir de la consulta, en el ambulatorio donde hemos coincidido otras veces, me ha contado que va a declarar su amor a su amiga y proponerle irse a vivir juntos al pueblo, el mensaje del medico le ha empujado cuando le ha dicho  __mira Juan a ti te falta una enzima__ tiene ironía de la manera que lo dice... ¡jajajaja!

Me parece bien que Juan no esté solo.
Aunque si se va al pueblo, se que lo voy a echar mucho de menos.



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Plagio del chiste de los portátiles ¿Qué tiras al río?

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Hoy es un día soleado de otoño. Paseo con mi perro por el sendero que rodea el rio.
La naturaleza me regala la melodía de los sonidos del silencio y la frescura del aire puro que respiro bajo un cielo azul intenso, que contrasta con los ocres que engalanan las copas de las encinas y los verdes que alfombran las laderas.
El murmullo del agua se oye con más intensidad a medida que me acerco a una cascada, donde la
roca se adorna con la puntilla que crea el agua, majestuosa, al deslizarse.
De pronto veo un individuo que tira un ordenador portátil al rio, gesto que me llena de extrañeza.
Me acerco. En ese momento se dispone a tirar otro, sin dudarlo, le pregunto :
_ ¿Qué haces tirando los portátiles al rio?
Y me contesta:
_ ♫♫♫...pero mira como beben los PC,s en el rio...♫♫♫



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Plagio del chiste del lubricante

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Julia y Paula son vecinas que viven en casas adosadas. Se han hecho muy amigas y se reúnen por las tardes a tomar el té y cuchichear sus secretos, confidenciándose sin barreras sus cosas.
Esta tarde Julia le preguntó a Paula entre risitas
_ Oye Paula ¿Usáis lubricante en vuestras relaciones?
_ Mira si, usamos vaselina, Ernesto la aplica y va tan bien.
_ Y... si no es mucho preguntar, ¿Dónde te la aplica? ¡jijjijiii!
_ en la puerta para que no molesten los niñosal abrirlas.





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Plagio del chiste de los zapatos

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Me encontré con Ernesto después de muchos años y lo vi muy desmejorado. Caminaba con dificultad y andar cansino. Me di cuenta que llevaba un calzado demasiado ajustado y le dije:
_ Oye, llevas los pies hinchados. Estos zapatos te están pequeños.


_ Si, tienes razón, son un 42
_ Pero Ernesto si en la mili ya gastabas un 48 ¿Cómo es eso?
_ Verás, mi mujer me engaña con un vecino y se cree que no me doy cuenta, mi hijo se droga y lo acabo de liberar en una redada, mi hija sale con todo aquel que se le pone por delante y ha estado embarazada tres veces de un hombre distinto y encima vivo con mi suegra que me tiene frito culpabilizándome de todo lo que ocurre en mi familia, como comprenderás el único deseo que me queda cuando salgo de trabajar después de 13 horas, es llegar a casa, sentarme en el sofá y quitarme estos estúpidos zapatos. ¿Ahora me comprendes?



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Plagio del chiste de la obsesión

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Cuando se sufre una obsesión que no deja vivir, que asedia (ese es el significado de la palabra en su etimología del latín), que ocupa y preocupa sin descanso, lo que conviene es ir al psiquiatra.

El marido de mi hermana es lo que necesitaba.
Ella consultó a Beatriz, una experta psicóloga, amiga de la familia, que sabía desde hacía algún tiempo, que sus problemas iban afectando, no solo a su rutina normal, sino a sus actividades sociales y a sus relaciones de amistad.

Beatriz ya le adelantó que tenía un trastorno obsesivo compulsivo, irracional, que le creaba angustia.


El hombre en cuestión era empleado de una fabrica de conservas. 

Un día le confesó a su mujer su sufrimiento, porque se sentía poseído por una disparatada obsesión: introducir su pene en la cortadora de pepinos.
Su mujer le aconsejó consultar al medico pero él, retrógrado en su creencia, le respondía que los locos son los psiquiatras, que bueno, que ya se lo pensaría.
Pasaban los días, uno si y otro también e insistía, insistía, insistía con lo mismo. Su mujer harta de que no buscara solución le dijo:


- ¡Mételo pues en la cortadora de pepinos y no me molestes más!


Hoy el marido ha llegado cabizbajo, abatido, y con un color céreo en su rostro.
-¿Qué te ha pasado, querido? ¡Oh dime que no lo hiciste!.
-Lo hice, lo hice.
- ¡Oh no, por Dios! Gritó la mujer. ¿Y qué te han hecho?
- Me han despedido. Responde el marido.
- Pero… eh… y… la cortadora de pepinos, ¿te ha hecho daño?
- No, no. También a ella la han despedido.


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Plagio del chiste del condón

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Ha venido a comer la novia de mi hermano mayor, el más serio de la casa. En el salón tomamos café con mis abuelos y mi tía monja. Le pedimos a la novia que toque el piano porque lo hace con maestría. Al levantar la tapa del instrumento hay un condón extendido sobre las teclas. Me fulminan con la mirada pensando que soy yo quien lo ha puesto. Mi tía monja me defiende. Dice que encontró un sobre bajo la almohada que en el prospecto decía: extiéndase sobre el órgano. Como no tenemos órgano lo ha puesto sobre el piano.




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Plagio del chiste. A propósito del escándalo de las orgias de los curas


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No es un tema que haya que tomárselo a broma, ni mucho menos, pero me apetece reír por no llorar. Lo que le faltaba a esta sociedad, para colmo de males, que saltaran a la palestra los de la sotana, esa bragueta de botones, larga, que encierra badajos locos dando el campanazo.
Siento de verdad que la iglesia esté confundida, tan confundida como siempre, pero algunos de sus acólitos, están para encerrar, si, si, para que la justicia, también la divina, caiga implacable sobre ellos.

¡Sin vergüenzas!




Estoy muy sensible con este tema porque tuve una experiencia hace unos años. Después de casarme no me quedaba embarazada y un día el cura de la parroquia, que era amigo de la familia, nos aconsejó que acudiéramos al Monasterio del Triquitriqui, que sabían cómo solucionar el asunto. Allí nos fuimos mi marido y yo.
Llamamos y nos salió un hermano fraile:
- Buenos días ¿qué desean?
- Pues mire, contestó mi marido, que no podemos tener hijos y nos han dicho que aquí, con un avemaría, mi mujer quedaría embarazada.
- No hijo, no. No es con un avemaría, es con un padre nuestro, pero está de vacaciones.

¡Gentuza!


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Plagio del chiste de la denuncia

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Tengo un naranjo frente a mi ventana. Observo sus ramas envejecidas que me regalan fieles cada año sus frutos de temporada. Me enamora la ejemplaridad de la  naturaleza.
Los humanos somos muy diferentes.Tenemos tanto que aprender de ella.

Hace unos días vi a mi vecino tirar en el contenedor la basura sin reciclar. Tuve con él una conversación en la que intenté convencerle de la necesidad de separar los residuos. Le pareció una

chorrada.
Desde entonces no solamente no la recicla, sino que la tira en mi jardín.
Hoy voy a llamarle la atención.

_ Oye Juan, como sigas tirando tu basura en mi jardín voy a tener que dar parte a la policía.
_ Por mi como si quieres darla toda. Yo ya no la quiero.





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Mi padre y yo




Al mar
que tanto te gustabavoy a ir a gritarle
la palabra condenada
a no ser dicha
ni nombrada
por la ausencia cruel 
PAPÁ
Mi mente
en ella se cobija
y mis ojos
se entelan de emoción.
Orgullosa estoy
de ser tu hija
y reavivar
tu recuerdo
en mi corazón.



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El abrazo del mar

Versiones de este texto DESCONSUELO




Desde el muelle de la cala me adentro en el mar. El vaivén de mi barca acuna el desconsuelos de tu ausencias. Pero ahora el mar fortalece mi espíritu. Estreno conversaciones en él. Le susurro palabras. Atrevida quimera de un querer creer que tú me escuchas. Me sumerjo y me dejo abrazar por las cálidas aguas que me envuelven. Me reencuentro contigo que descansas en ellas para siempre. 
El inmenso silencio, roto sólo por mi respirar acompasado tomando oxigeno, me llena de paz.





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Desinterés


El ápice de este estupido juego con tu interesada actitud, desciende en mi hacia un subterráneo oscuro. Indiferencia.



 

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