Cuando dice adiós el sol deshaciendo los presagios,
y en la claridad de un fuego engalanando adagios,
iluminaa de rojo matiz con reflejo de azafrán,
a mi reina de la noche, soberana de San Juan.
Carboniza hoguera,
purificando de una vez el miedo
en las sombras de un convite
que se protege en un ruedo,
vestigio en llamas,
en noches de luna llena,
alumbras mi alma y calmas mi pena.
Tal vez sea que un día tu fuego abrasador
en mi espacio de polvo y cenizas, en mi sopor,
calcines el letargo con llamas que quemen intrigas
y repose mi vida en sueños de paz, sin fatigas.
En esta noche te cuento,
con el fulgor de una hoguera,
como una gitana bohemia que con prisa desespera,
y te digo con afán sin sombra,
que en tu brillante esplendor,
busco el reposo tierno de tu pecho acogedor.
Por san Juan, vendrá a deshacer presagios
cuando diga adiós el sol.
En la penumbra, el fuego
se vestirá de adagio
iluminando de rojo matiz
con reflejos de azafrán
a mi reina de la noche
soberana de San Juan.
Poema de Anna Jorba Ricart.