" La felicidad no está en hacer lo que uno quiere sino en querer lo que uno hace." En alguna etapa de mi vida esto no me pareció así porque hubiera querido ser lo que en ciertos aspectos no fui. Pero todos escribimos una historia personal mientras vivimos y si el recuerdo y el balance se decantan hacía la satisfacción y el gozo, lo vivido adquiere una dimensión aún más amplia de complacencia. Desde muy joven me gustaban las actividades relacionadas con el artisteo. Esta palabra no la he encontrado en el diccionario, pero es fácil intuir su significado. Así pues, introducirme en el mundo artístico me interesó desde muy pequeña. Refiere mi madre que de niña no sentía vergüenza por bailar o por cantar delante de alguien, porque era muy teatrera. En muchos momentos tuve claro que ser artista era lo que quería ser de mayor, pero en aquella época, año 1968, me dejé vencer por la mentalidad de mi entorno familiar, retrograda y conservadora. Aún no sé bien qué era lo que querían