Creció entre insultos y peleas cotidianas de sus padres, hasta que se separaron. A partir de entonces su vida transcurrió en un ir y venir entre dos casas, pero en ningún hogar. Su padre por un lado y su madre por otro consentían sus caprichos. Siendo adolescente, no sabían cómo reconducir su rebeldía. Se convirtió en una mujer inverecunda, pero con demasiadas inseguridades, inestable, voluble y exigente. Tan llena de vanidad como de complejos. Nunca le enseñaron a dar valor a las cosas. Le gustaba aparentar tanto como a su madre y levantar la voz tanto a como su padre. Esta niña está embarazada. Las personas que están atrapadas en este bucle ¿repetirán la historia? Está por ver, tiempo al tiempo.
Anna Jorba Ricart es Aurora Hildegarda. En el límite de la realidad y de la ficción. Tu espacio para descubrir autenticidad.