Aquella mañana acudí a los juzgados por última vez antes de mi jubilación. Tenía que dictar sentencia en el juicio del caso Atalaya. Entramado plagado de actividades delictivas de prevaricación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, etc., con implicación de gente de la farándula en el blanqueo de capitales y mucha tormenta mediática. Me sobrevino un dolor en el pecho en el instante que noté un chasquido en mi rostro por el impacto del airbag. Cuando desperté en el hospital, en la pantalla del televisor vi una mujer que cantaba: Hoy quiero confesar... Casi me da otro infarto. ******************************************* VOLVER AL INICIO DEL BLOG ````
Anna Jorba Ricart es Aurora Hildegarda. En el límite de la realidad y de la ficción. Tu espacio para descubrir autenticidad.