Controlada por la sanidad privada y ante la dificultad de expenderme una receta del tratamiento recomendado, por parte de la doctora de cabecera, (que al final si me hizo), porque es un tratamiento “muy caro”, decidí ser visitada por la sanidad publica. Durante el año anterior y por trece meses, de mi bolsillo salieron, mensualmente 168 euros cada 28 días. El coste del tratamiento inicial. Para el nuevo tratamiento, un inyectable cada seis meses, cuyo coste es de 240 euros, estando financiado por la seguridad social, y siendo pensionista, me ponen trabas. Cursé un volante para el especialista y al cabo de siete meses recibo la citación en el hospital de referencia de mi zona. A la hora prevista y con puntualidad me encontraba ante la puerta de la consulta tras haberme hecho minutos antes la prueba especifica para saber en qué estado siguen mis huesos tras el tratamiento. En la sala de aspecto impecable del hospital, de suelos de mármol y paredes de madera, mientras espero, se discute ...
Anna Jorba Ricart es Aurora Hildegarda. En el límite de la realidad y de la ficción. Tu espacio para descubrir autenticidad.