Poemas de ternura marcaron aquel tiempo
de tardes de invierno que llenábamos de amor,
delirios desatados de jóvenes inquietas,
amantes envueltas en besos de pasión.
Tu triste adiós me amarga la existencia.
Y la vida me arrebata tu presencia
en el ingrato camino que sin ti he de seguir.
Me vence la nostalgia de sufrir tu ausencia
y me quita la razón entera de vivir.