Tuve un sueño.
Entre algodones de paz
emergía en un universo libre,
vacío de mentiras, de bobadas.
Pensé en volver.
Advertí el silencio
que llegaba
al fin de marchitos duelos.
Esclavitud hecha penumbra
que eclipsaba sombras.
Pensé en volver
Pero éramos fantasmas
en un alba de delirio
y al amanecer
retornó el reflejo
del falso espejismo.
No pudo ser.
En nuestro jardín
quitamos al cielo,
a base de suspiros de añoranzas,
la nubes de grises matices
de nuestra oscuridad.
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