Cuenta la leyenda que hace siglos la hija del rey fue escogida entre la multitud para ser sacrificada ante un dragón tirano. En su ayuda apareció un caballero enamorado que atravesaría con su lanza a la
bestia. En el lugar en que el dragón cayó herido de muerte emergió un rosal.
Harta de caballeros con afán de protección, que la princesa no necesitaba, quiso viajar con la maquina del tiempo a nuestra era. Quería mezclarse entre la gente feliz que fluía en un ambiente mágico y acudir a una cita. Entre sus manos, para regalar, se trajo una rosa roja.
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