El pasado viernes te lo pedí.
Fuiste distante, marmórea, esperé... y me encontré sin respuesta, sin una palabra de calidez.
Me dolió tu silencio.
Entendí el vacío.
Las cosas no se piden, las que se dan son las que valen.
Apeada en el árido camino que no me lleva a ninguna parte estoy en la línea de no volver ni a nombrarte.
Fuiste distante, marmórea, esperé... y me encontré sin respuesta, sin una palabra de calidez.
Me dolió tu silencio.
Entendí el vacío.
Las cosas no se piden, las que se dan son las que valen.
Apeada en el árido camino que no me lleva a ninguna parte estoy en la línea de no volver ni a nombrarte.
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