Recopilan y ordenan verdaderos arsenales. Se hacen expertos buscando la autenticidad en lo que compran y se sienten satisfechos cuando a sus manos llegan piezas de gran valor o simplemente singulares, artículos que ellos estiman y con los que crean un vínculo afectivo.
Esta es la verdadera pasión del coleccionista.
Poco a poco he ido adentrándome en este mundo, no porque a mi me interese coleccionar, al contrario, a estas alturas de mi vida no quiero acumular nada, sino porque entre mis artículos precisamente he ofrecido y ofrezco lotes destinados al curioso mercado del coleccionismo. Además, en cuanto te adentras en una actividad nueva, se aprende.
Yo he aprendido un glosario de términos que desconocía, como: calendofilia que es el coleccionismo de calendarios de bolsillo, cartofilia o deltiología que es el coleccionismo de postales, cervisiafilia el coleccionismo de todo lo relacionado con la cerveza, hemerofilia el coleccionismo de recortes de periódicos, filolumenia el coleccionismo de cajas de cerillas, placomusofilia: de placas de cava, ululofilia de figurillas de lechuzas y búhos o
vitolfilia: coleccionismo de anillas de puros o vitolas… y muchos más.
Y para quien esté interesado en ver los articulos que vendo
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