Texto con diferentes títulos: Coincidencias y Chanel nº5
Lo vi tras la reja.
Una cola nerviosa y unos ojos negros me escogieron.
Supe enseguida que aquel ser desvalido que tenía ante mi sería mi acompañante de regreso a casa.
Aquella primera noche, a cada ruido, levantaba las orejas como si fueran un radar, lo que le llevó hasta el lavadero. Allí, olisqueó toallas y calcetines del capazo de la ropa sucia y cuando descubrió la lencería de mi esposa, se acurrucó sobre ella y permaneció tranquilo toda la noche.
Yo dormí complacido al ver al chucho seducido por las mismas fragancias que a mi me cautivaban.
Comentarios